Comienza Clara Ramas señalando que El Capital no es un mero tratado de economía sino una crítica, tanto de la ciencia de la economía política como de la realidad objeto de esa economía. Es al mismo tiempo la revolución de una ciencia y la crítica de una peculiar realidad efectiva. Esta realidad efectiva se caracteriza por no ser transparente, por ocultarse, por tergiversarse, por generar necesaria y espontáneamente ciertas formas de apariencia, formas de inversión cosificadas.
La economía política queda atrapada en la representación ordinaria y por tanto no es verdadero conocimiento. Los conceptos que “tematizan” explícitamente esta apariencia son fetichismo y mistificación. Son conceptos que iluminan fenómenos que Marx denomina apariencia objetiva, que son formas de manifestación o de aparición. Estas categorías tematizan explícitamente las formas de apariencia que constituyen la sociedad civil moderna, como formas de cosificación y de inversión. Para Clara Ramas, estas categorías deben funcionar como principios rectores en la organización interna y en la arquitectura de El Capital así como en otros textos del proyecto de la crítica de la economía política.
La hipótesis principal es que los conceptos de fetichismo y mistificación son fundamentales en el proyecto de crítica de la economía política y el propósito del libro es articular una lectura de la crítica de la economía política de Marx alrededor de ellos, exponiendo el contenido y sistematicidad de las distintas formas de apariencia. En la primera parte del libro, los capítulos I a IV se investiga el sentido de los conceptos de fetichismo y mistificación. En el capítulo I se acota el ámbito de la producción intelectual de Marx que va a ser examinado y se incluye una síntesis de las distintas recepciones de Marx. En El Capítulo II se introducen los conceptos desde distintos enfoques y se explora la recepción en la bibliografía sobre Marx. Se plantea que existen dos estructuras de apariencia; por una parte el fetichismo que es una inversión producida por la cosificación de las relaciones sociales, por la otra, la mistificación que es una inversión donde la realidad efectiva se oculta y aparece como su contrario, fenómeno apto para ser interpretado con categorías jurídicas y formales extraídas de la superficie de los fenómenos.
En el capítulo III se expone el concepto de fetichismo y sus tres formas, el fetichismo de la mercancía, el fetichismo del dinero y el fetichismo del capital. En el capítulo IV se expone el concepto de mistificación para lo cual se parte de la mistificación del salario y se abordan luego las distintas formas: ganancia, interés y renta del suelo.
En la segunda parte, en los capítulos V a VII se elabora una propuesta de reconstrucción de los textos de la crítica de la economía política a partir de los conceptos de fetichismo y mistificación. En el capítulo V se divide el análisis de El Capital en la teoría del valor y la teoría del plusvalor. En el capítulo VI se presenta la teoría del valor como una teoría del carácter específicamente social del trabajo bajo las condiciones capitalistas en contraste con el enfoque meramente cuantitativo de los clásicos y de los críticos de Marx como Bohm-Bawerk. Marx dio énfasis a la forma del valor y criticó a Ricardo por ver solamente la dimensión cuantitativa del valor. Es necesario comprender la dimensión cualitativa, es decir, la forma del trabajo que crea valor y la forma valor de la mercancía. El fenómeno del fetichismo es la explicación de cómo el trabajo adquiere su carácter social en el modo de producción capitalista, por medio del intercambio, razón por la cual el carácter social del trabajo aparece necesariamente como propiedad de la mercancía. El fetichismo es parte indisociable de la teoría del valor.
En el capítulo VII Ramas presenta la teoría del plusvalor como una teoría de las relaciones efectivas de producción y sus formas de manifestación y critica la posición de Schumpeter y Foucault que ubican a Marx como un mero seguidor de Ricardo. Según estos autores Marx habría descubierto el secreto de la explotación en el trabajo, el cual es la oscura fuente del valor. Pero entonces, ¿por qué necesitaba Marx dos tomos más en El Capital si el secreto del plusvalor estaba desvelado desde comienzos del tomo I? La respuesta de Ramas es que la realidad capitalista no es transparente sino que aparece invertida y por tanto no solo es necesario encontrar el trabajo como contenido oculto del valor sino explicar también por qué aquel contenido tiene esta forma tergiversada. Es necesario también aclarar cómo la forma pura del plusvalor toma las diferentes formas de manifestación: la ganancia, el interés y la renta.
Señala Ramas que en El Capital se encuentra un camino que va desde la apariencia a su fundamento y luego un camino de vuelta que va desde el fundamento hacia el fenómeno. Se alcanza de nuevo el punto de partida pero ahora entera y profusamente determinado. En la esfera de la superficie, que Marx examina en la fórmula trinitaria en el tomo III, se exhiben los fenómenos en su aspecto más superficial y desconectado, se trata de un mundo absurdo, invertido y puesto sobre los pies cuyos elementos son las mistificaciones: salario, ganancia, interés y renta. Para Ramas la teoría del plusvalor de Marx estaría incompleta sin la fórmula trinitaria y las mistificaciones.
El libro de Clara Ramas es un texto muy útil para el debate sobre la teoría marxista y su utilización en la lucha política e ideológica.
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Alberto Maldonado Copello
Foto obtenida de: latrivial.org
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