“mis padres siempre me enseñaron a jamás alegrarme del dolor o del mal del prójimo”. Álvaro Uribe Vélez, preguntado sobre la detención de Nicolás Petro.
“A mi hijo le deseo suerte y fuerza. Que estos sucesos forjen su carácter y pueda reflexionar sobre sus propios errores. Como afirmé ante el fiscal general no intervendré ni presionaré sus decisiones; que el derecho guíe libremente el proceso.” Gustavo Petro, tuit del 29/7/23.
“Con la elección del senador Germán Blanco como presidente de la Comisión primera, hemos dado otro paso en la defensa a las garantías en el Congreso. Derrotamos al Pacto. Senadora María Fernanda Cabal.
Al cumplir un año el primer gobernante neo progresista de Colombia, abundan los escritos y análisis del quehacer político administrativo de Gustavo Petro, que incluyen hasta un libro del exministro Alejandro Gaviria, La explosión controlada.[1]
La presente es una temporalidad política atravesada por una huella de crisis de gobernabilidad, que no pocos se aventuraron a pronosticar que alcanzaría grandes proporciones. En todo caso, obligó al presidente a hacer tránsito del “balconazo al septimazo”.[2]
Esta primera tempestad amainó su fuerza después del 20 de julio. Sin embargo, el pasado jueves se abre el frente de conflicto jurídico político con la procuradora Margarita Cabello, cuando suspende al alcalde de Riohacha, y el presidente no aceptó nombrarle reemplazo. En cambio, Petro dirigió una carta a la funcionaria donde señala que no suspende al alcalde, porque se requiere previa sentencia condenatoria de un juez penal.[3]
Nuestro Calibán criollo continúa la marcha reformista atravesando la tempestad reaccionaria. Enseguida dicta órdenes como mandatario al Pacto Histórico para que impulsen el bajel de las reformas en medio de más afilados arrecifes, y de cara a la gran prueba electoral del 29 de octubre, que definirá la legitimidad del gobierno de la paz total.
Pero, el sábado, a las 6 am., nuestro Kybernetes es sacudido por una marejada proveniente de la Fiscalía, En Barranquilla detuvieron a Nicolás Petro y su exesposa, Daysuris Vásquez investigados por presunto lavado de activos, violación de datos personales y enriquecimiento ilícito.[4] Ambos fueron trasladados a Bogotá, a la 1 pm.
Los manes negativos de la campaña presidencial pasan de los rumores a las acciones. Así lo calificó el candidato Gustavo Bolívar a la alcaldía de Bogotá, al enterarse de la captura del hijo mayor del presidente: “…la orden de captura…es puro circo electoral que el fiscal Barbosa sabrá utilizar en los meses que le quedan.”[5]
Ad portas del cierre de inscripciones para las elecciones regionales que culminaron el sábado, algunos piensan, y no sin razón, que este episodio afecta la precandidatura de Máximo Noriega, a la gobernación del Atlántico por el Pacto Histórico. De su parte, Nicolás, desde el 21 de marzo, cuando la Fiscalía le anunció que lo investigaba, negó cualquier responsabilidad frente a las acusaciones.
El presidente escribió también un tuit el mismo día de la captura, a las 7:17 am., expresando lo siguiente: “Como persona y padre me duele mucho tanta autodestrucción y el que uno de mis hijos pase por la cárcel; como presidente de la República aseguro que la fiscalía tenga todas las garantías de mi parte para proceder de acuerdo a la ley.”[6]
En todo caso, desde el 27 de julio, Alexander López Maya, presidente del PDA presentó renuncia irrevocable, debido a la crisis interna desatada por la entrega de avales para las elecciones regionales. Ésta se agravó con la afirmación del concejal Carlos Carrillo, precandidato a la alcaldía de Bogotá, al decir que los avales se estaban entregando con fines electorales.[7] Protestaba por su exclusión a la lista del Concejo, y la puesta en su lugar de Rocío Dussan Pérez, la hija de Jaime Dussan, presidente de Colpensiones.[8]
Este conflicto se hizo mayor, cuando Petro previamente impartía la orden que las listas serán cerradas en las participaciones del Pacto Histórico para la elección del 29 de octubre. A la fecha hay 13 partidos con personería, y cada uno aspira a tener sus candidatos en los primeros lugares de la lista. No hay una instancia democrática confiable que resuelva dicho entuerto. Por lo que son los comités ejecutivos los que en últimas definen las condiciones para otorgar los avales.
El martes pasado hay un colofón congresional, cuando se irrespetan los acuerdos para la elección de presidente de la Comisión primera del senado. El propio aspirante de la coalición del Pacto Histórico, Alexander López, es borrado, y es votado un conservador, Germán Blanco, quien es electo rompiendo los acuerdos. La votación fue 13 a 8. Esta pérdida significa una segunda derrota significativa para la acción propositiva de las reformas a tramitar en la segunda legislatura.
Quien postuló al ganador fue Carlos Fernando Motoa, senador de Cambio Radical, partido que es parte de la oposición, y que argumentó, de ser electo “generar consensos entre partidos independientes, Gobierno y oposición y es lo que necesitamos en esta legislatura.”
El vencedor, después de hecha la “gauchada” contra lo acordado por la Coalición, dijo: “Soy conciliador por naturaleza. Van a sentir que esta comisión es de garantías de su dirección…y al doctor Alexander López, a quien conozco de tiempo atrás, sé que perfectamente habría podido dirigir esta célula”.
A ello se sumó, en la diligencia judicial del mismo día martes en Paloquemao, la imputación formal de cargos al diputado Nicolás Petro Burgos por lavado de activos y enriquecimiento ilícito. La Fiscalía presentó sus pruebas, y después del almuerzo, de modo intempestivo, Petro se retractó de su primera declaración de inocencia frente a los cargos.
Reanudada la audiencia, su abogado, David Teleki, solicitó aplazar la audiencia de aseguramiento en contra de su defendido con este pronunciamiento:
“En razón a que mi defendido y su bancada de defensa han decidido iniciar un proceso de colaboración con la administración de justicia para ayudar en el esclarecimiento de nuevos hechos y el involucramiento de otros que no son conocidos por el ente instructor… es nuestro interés proteger la libertad del señor Nicolás Petro.”
Enseguida intervino Nicolás Petro que con lágrimas manifestó: “…hemos decidido iniciar un proceso de colaboración donde me referiré a nuevos hechos y situaciones que ayudarán a la justicia. Lo hago por mi familia y por mi bebé, que viene en camino.”
Este inesperado giro, tendrá continuidad en la audiencia del miércoles de esta semana. Puede ocurrir que el juez desestime la solicitud, y Nicolás sea confinado, sin que se acepte la colaboración ofrecida. En todo caso, el abogado Juan Trujillo, quien actuaba como principal en la audiencia, “por diferencia de criterios que impiden que siga al frente del caso”, el 2 de agosto, en comunicado que informa a la opinión pública.
Con esta situación, la vida privada y la política se juntan de nuevo, en medio de la escandola, al tiempo que la bancada del Pacto Histórico cita a una buena parte de sus ministros para que rindan cuentas de lo hecho en el primer año. El bajel de las reformas requiere un timonazo, y Petro está capoteando el oleaje de una crisis que no concluye, en lo político, pero que tiene cifras positivas en materia económica, cuando baja la inflación, sube el empleo en niveles notables, y el dólar bajó la barrera de los $4.000 pesos. Continuemos con el examen.
Un examen a fondo: medios y praxis
“La pregunta es si Gustavo Petro usará estas semanas de receso legislativo…o seguirá empeñado en lo mismo. Porque de nada valdrá rehacer las formas si el fondo es igual al de siempre.” Ricardo Ávila, No es solo la forma, es el fondo, en: ET, 27/07/23, p. 1.1.
“…hay una oposición ávida de poder que manipula la información para impedir que al gobierno de izquierda le vaya bien.” Gustavo Bolívar, entrevistado por Ricardo Ávila.
Ricardo Ávila, un analista económico y político de cuando en vez, evalúa la administración Petro ahora que cumple un año. Para hacerlo fija la atención de los lectores de El Tiempo en el contrapunto entre los medios críticos del gobierno y las ejecutorias del mismo después de un año.
Despeja su juicio de valor como comentarista, primero, echando mano de la encuesta de Invamer de junio pasado.[9] Esta registró que la desaprobación a la gestión presidencial estaba en 61 por ciento, es decir, “un salto de 41 puntos en apenas diez meses.”[10]
Luego vino la novedad del inicio del creado Ministerio de la Igualdad y la Equidad, que dirige la vicepresidenta Francia Márquez, con una frondosa planta de personal, y cinco viceministerios.
Petro desplegó, en paralelo, una activísima diplomacia internacional sobre la crisis climática que azota al mundo; y ensayó la emergencia económica y social sectorial en Colombia, en respuesta al desastre humano y ambiental del departamento de la Guajira,[11] donde descentró su quehacer gubernamental durante una semana, junto a su equipo ministerial.
Segundo, Ávila entrevista también a figuras políticas. Empieza con Gustavo Bolívar, ahora confirmado como el candidato del Pacto Histórico a la alcaldía de Bogotá. Bolívar le dijo: “…si la gente está inconforme es porque el Gobierno no ha tenido un buen aparato comunicativo.” Al coro se unió la voz del entonces presidente del Congreso, Alexander López, “tenemos graves problemas de comunicación”.[12]
El problema de la comunicación sigue sin resolverse. La llegada de Hollman Morris, coequipero de la directora de RTVC, la artista Nórida Rodríguez, no se nota. Sí, su reciente posesión como subgerente, no solo despejó dudas sobre su inclusión en el abanico de aspirantes a la alcaldía. Morris tendrá también que atender a las comunidades, y Guajira fue parte de la prueba.
Colombia tiene una red pública de telecomunicaciones con 68 frecuencias de Radio Nacional. Localizadas en todos los departamentos, más la televisora nacional, que ha mejorado en los últimos años, incluyendo los noticieros.
El periodista de Contravía, interlocutor crítico de los anteriores gobiernos, y sus ejecutorias de paz, en términos de fondo y forma, es responsable de la urgente estrategia mediática a implementar, de la que poco sabe la gente del común. La mayoría reconoce los rifirrafes con los comunicadores, en los que Petro les hala las orejas, y los contradice, a través de sus tuits, y en algunos de sus últimos discursos.
Otro interpelado es Alexander López, quien acaba de renunciar a la presencia del PDA, porque no pudo satisfacer pedidos y críticas de los 13 grupos y partidos políticos que constituyen el Pacto Histórico, y de modo particular, las aspiraciones y exigencias de los jerarcas del Polo, el presidente de Colpensiones, maestro de componendas clientelistas, y el concejal Carrillo, quien hacía política pensando en ser candidato a la alcaldía, y es crítico de las listas cerradas que Petro ordenó se sigan poniendo en práctica. Pero, ¿por quiénes? ¿las asambleas partidistas, o el notablato neoprogre?
En los comentarios de López sobre la caída en popularidad de Petro, afirma que “tenemos graves problemas de comunicación”, pero omite decir nada sobre las ejecutorias políticas más recientes.
Con algo más de detalle para la comprensión de qué son los juicios de valor de los entrevistados en general, se preguntó a Leonardo García de la firma Speak al respecto. Él indica que hay tres fuentes que inducen a las calificaciones ciudadanas: actuaciones gubernamentales, el diario decir del mandatario y su equipo, y el cubrimiento mediático formal e informal.[13] Así se construye la reputación con respecto a los comportamientos del poder ejecutivo y del presidente. Aquella es la que miden las encuestas.
Miguel Silva, quien acompañó al gobierno Santos, estudioso de esta temática, anota que “ es cierto que a veces los problemas son de comunicaciones y una de las deficiencias de las administraciones nuevas es que no logran armar un concierto sinfónico, ordenado, en el que hay una partitura y un director que, desde el Palacio, dice quién habla y define los temas y la agenda.”[14]
Otra periodista, Pilar Calderón pone los puntos sobre las íes en la ecuación comunicaciones y política, al subrayar que “las comunicaciones no pueden suplir los fallos de la política.”[15]Juan Mesa se adentra en la complejidad del hacer del gobernante de turno, y concluye “…Petro entra en contradicción al creer que los medios tradicionales le tienen animadversión y funda su estrategia en las redes sociales.”[16]Es a propósito de la estrategia comunicacional que Hollman Morris tendrá que mostró su habilidad y competencia durante el segundo año del gobierno del Pacto Histórico, en particular, en dos grandes frentes, las polémicas reformas sociales que fijan el fondo de lo prometido, y las elecciones del 29 de octubre, que son la pieza maestra del poder real del país político, cuya mayoría no controla, mucho menos hegemoniza el neoprogresismo en Colombia.
¿La paz total, una utopía regresiva?
“…Pero esa adhesión (de Petro) a unas ideas fijas, que es la forma como yo miro al dogmatismo, parece ser predominante. Sin embargo, es una figura más interesante y más compleja que la de un dogmático.” Alejandro Gaviria, ¿Cómo es de verdad el presidente Gustavo Petro? En: Entrevista con María I. Rueda, ET, 31/7/23, p. 1.3.
“Es un mal mensaje que el negociador, “Gafas”, sea un criminal de guerra que sometió a los secuestrados a tratos indignos y humillantes y luego se acogió a la JEP y reincidió en el delito.” Ingrid Betancourt, ET, 27/7/23, p. 1.4.
“Espero que la pantomima no se repita, que se le diga desde diferentes partidos una cosa a la opinión pública y que se haga otra en las votaciones…Cuando uno gana las elecciones gobierna, pero cuando las pierde controla…Fue el presidente quien anunció la terminación de la coalición, creo que va acudir a la misma estrategia que cuando fue alcalde de Bogotá: utilizando la compra de conciencias…” David Luna, senador de Cambio Radical, ET, 25/7/23, p. 1.4.
Uno de los más ilustrados intelectuales tradicionales del establecimiento neoliberal colombiano, Alejandro Gaviria, después de ser ministro de educación, y de publicar su libro conversó con la opinadora M.I.Rueda, quien cerró con esta pregunta: “Mirando hacia atrás, ¿hoy usted hubiera entrado al gobierno Petro? Con la información que tengo hoy, no.”[17]
Bien. En materia de reformas y transición progresista, Gaviria, que quiere ser presidente, precisa el significado del cambio: “Uno puede tener dos actitudes. Una es decir: el cambio es difícil, voy a hacer los mejores esfuerzos en la política pública. Ese no es el presidente Petro. A él le gusta más el discurso de “hay unos poderes visibles e invisibles, que no me dejaron, y yo tuve el valor de enfrentarlos.”[18]Entonces queda claro, lo que es el cambio para este frustrado presidenciable.
El ex rector de los Andes se apoya en el legendario cientista social y economista Albert O. Hirschman,[19] consultor antes y durante la Alianza para el progreso. De él aprendió la pasión por lo posible, que contrasta con su rival, apasionado de lo imposible:
“Y a veces veo en Petro la otra pasión, la de lo imposible, y que la forma de cumplir estos sueños grandes no es el reformismo liberal, sino enfrentar unos poderes paralizantes que están por todos lados y conectarse con el pueblo. Esa parece ser su teoría del cambio.”[20]
De ser cierta la conclusión de Gaviria, Petro no es un reformista liberal sino un progresista con una agenda imposible, que en todo caso no se atreve a calificar de dogmático. Pues, bien, a ese coro de opositores, se unió el senador David Luna, un pichón de Germán Vargas Lleras, quien fue “graduado de jefe de la oposición” que respondió al discurso presidencial del pasado 20 de julio.
Acusa a Petro de clientelista, de comprador de conciencias, para sacar a flote las reformas sociales por tramitar. Vaticina que utilizará “la mermelada para lograr sacar sus reformas adelante”, pero, en todo caso, señala que es la segunda vez que (Petro) habla de acuerdo nacional.
Una tercera voz de la oposición, Ingrid Betancourt, enfila sus baterías contra la política de la paz total del Pacto Histórico, aunque su partido Oxígeno verde, haya vivido un desastre electoral, y la rebeldía manifiesta de sus dos congresistas. Para la beligerante Ingrid, “La ‘paz total’ es una política de impunidad total. Se han acrecentado la audacia y el empoderamiento de las organizaciones delictivas. Se perdió todo el trabajo de nuestro Ejército para contener a estas organizaciones.”[21]
En adición a lo anterior, la politóloga Betancourt afirma, que “Tampoco hay una reflexión política sobre el país. Aquí lo que hay es un gran negocio y un afán de generar poder territorial con grandes cantidades de dinero, “para descalificar el curso de la paz en la interlocución del gobierno con `Mordisco’ y `Márquez’ enfrascados en una guerra territorial”.
A pesar de la triple vocería de los críticos, a propósito de la marcha política del almendrón del programa Neoprogre, la paz total, hay una doble voz de aliento. Primero, la que se deriva del balance del Comité de Seguimiento y Monitoreo (CSM). Es positivo en materia de tareas derivadas del informe final de la Comisión para el esclarecimiento de la Verdad que presidió el jesuita Francisco de Roux, en relación con el cumplimiento de las recomendaciones para avanzar en el posconflicto.
Se tomó como referencia el Plan Nacional de Desarrollo que incluye “el fomento de la implementación integral del acuerdo final de paz, las garantías de seguridad de los excombatientes, la reintegración y el restablecimiento de derechos.”[22]Uno de los miembros del CMS, el politólogo Marco Romero, destacó, en una intervención en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación en Bogotá: “Logramos hitos importantes como la aprobación de la jurisdicción agraria y rural, el reconocimiento del campesino como sujeto de derechos y de protección, y el acuerdo de Escazú.”
En suma, el PND, parte integral del Programa de gobierno del Pacto Histórico, de las 67 recomendaciones hechas en el informe de la Comisión de la Verdad, no se incluyeron 53, entre las que se contaban la propuesta de creación de un Ministerio para la Paz y la Reconciliación, la reforma política y reformas para reglamentar la protesta y la movilización social.[23]
Segundo, lo que revela la última encuesta del CNC, que hizo un sondeo sobre el gobierno del presidente Petro. Esta consigna una imagen general positiva de su gobierno, 48,8% enfrentada con una negativa del 45,7%. De otra parte, en materia de pronóstico al final del gobierno progresista de Petro, la encuesta señala que el país estará mejor, 48%, y peor, 34,7% de los encuestados.
Sin embargo, con respecto al primer año de gobierno, el 50,4% de los encuestados indicó que el país está peor, 11,2% contestó que esta igual, y el 35,8% reconoce que ha mejorado. Sumados los dos últimos resultados, 47%, la diferencia es de 3,4% , más que piensa que a Colombia le fue peor.
En conversación con Carlos Lemoine, director del CNC, la firma encuestadora, éste trata de explicar los resultados del sondeo a Yamid Amat. En particular se refiere a la aparente contradicción a la vista entre las respuestas a la primera y la segunda pregunta. La primera señala una imagen positiva del presidente, 48%, mientras que la segunda pregunta establece que Colombia ha empeorado, 50,4%.
En relación con la paz total, la encuesta de CNC ofreció el siguiente resultado, 42,3% positiva, y 47,2%, negativa, y un 8,2% que contesta ni positiva ni negativa. En relación con la lucha contra la pobreza, los encuestados favorecen al gobierno: 49,9% contra 41,5%. De otra parte, el gobierno se rajó en seguridad: 56,3 % negativo, y en el manejo del equipo de gobierno, 55,5%.
La medición en comento tuvo una muestra de 920 casos, de hombres y mujeres mayores de 18 años, en el trabajo de campo realizado del 26 al 28 de julio, con un error de muestreo de 3,49% y 95% de confianza.
Con estos datos del sondeo, Lemoine ofrece la siguiente explicación, en su doble condición de matemático e ingeniero, dedicado por años al complejo campo de la medición de las percepciones humanas: “la gente siente que Petro está haciendo esfuerzos, pero que no ha logrado hacer nada. Fíjate que es distinto, ¿no? Uno puede hacer esfuerzos por una cosa y la gente le reconoce sus esfuerzos, pero los logros son distintos. No ha logrado resultados.”[24]
Esta interpretación es un elocuente ejemplo de lo que pasa con el país, en particular aquel que muestra interés en la cotidianidad política, marcada por el modelo de la cultura de la representación que se expresa en las percepciones aquí registradas. El intérprete no puede tampoco ocultar su sesgo ideológico, y cada uno de nuestros lectores podrá inventariar en forma objetiva qué pasa con los cuatro tópicos tratados en este ensayo provisorio, que encara luego de un año, lo que pasa con la transición democrática colombiana, y la marcha del desenlace de una prolongada crisis de hegemonía del orden político reformado en 1991.
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[1] Este libro “pretende seguir defendiendo algo de razonabilidad en un mundo en llamas”. Gaviria busca dar cuenta de la personalidad de Petro, conciliador y dogmático, y aprovecha para dejar huella del liberalismo del que Alejandro es vocero, muy cercano al pensamiento, por demás, al conservador británico Michael Oakeshott.
[2] A pie, no en carro como lo hizo el presidente conservador, Belisario, reformista frustrado en las tareas de la paz. Él usaba su Renault 4, para pasearse por el centro de Bogotá en el año 1982.
[3] Al respecto, Hernando Herrera, quien preside Excelencia por la Justicia, dice que el CIDH no habla de suspensión sino de destitución. Por lo que la afirmación de la carta no sería válida.
[4] Daysuris lo había acusado de recibir dinero de narcotraficantes para financiar la campaña presidencial, y haberse quedado con éste, y adquirir una lujosa vivienda en Puerto Colombia. Los donantes serían el “Hombre Marlboro”, Santander Lopesierra, $ 600 millones, y $ 400 millones entregados por el hijo del “turco” Hilsaca.
[5] Tuit de Gustavo Bolívar, ·FuerzaPetro, 29/7/23, 8:16 am.
[6] Apartes del tuit escrito por el presidente Petro.
[7] Carrillo tuiteó: ¡no me voy a callar! La dirigencia del Polo Democrático está destruyendo el partido y pisoteando el legado del buen Carlos Gaviria. Álvaro Argote y Jaime Dussán quieren hacer del POLO una famiempresa electoral. ¡Vergonzoso!
[8] Dussán fue presidente del PDA entre 2009-2012, vicepresidente entre 2012-2021, y secretario general de 2021-2022, cuando paso a presidir Colpensiones en diciembre de ese año.
[9] Encuesta Invamer Poll de 28 de junio, el 70% de los encuestados dice que el país va mal. Ha mejorado de abril a mayo la situación colombiana. Pasó de 16% a 19%. En economía, el 79% de consultados señala que está mal. El 17% dice que al respecto hay ambiente favorable. El 84% considera que los índices de inseguridad empeoran. El 84% señala que el costo de vida está peor. El 74% opina que la corrupción aumenta. El 25% cree que hay más ocupación laboral.
[10] Ávila, Ricardo, No es solo la forma, es el fondo, en: ET, 2/07/23, p. 1.11.
[11] Las aguas del río Ranchería las ha monopolizado la explotación carbonífera del Cerrejón, mientras la población tiene que mal abastecerse de jagueyes.
[12] Op. cit, ídem.
[13] Ídem.
[14] Ávila, Ricardo, No solo es la forma, sino el fondo, en: ET, 277/23, p. 1.11.
[15] Ídem.
[16] Ibídem, ídem.
[17] ¿Cómo es de verdad el presidente Gustavo Petro?, en: ET 31/7/23, p. 1.3.
[18] Ídem.
[19] Autor de Las Pasiones y los Intereses: argumentos políticos en favor del capitalismo antes de su triunfo (1978). Entre sus primeras obras está Colombia, highligths of a developing economy (1955). En 1991, Hirschman escribió La retórica reaccionaria (1991, 2020).
[20] Ibídem. Cursivas mías.
[21] En ET, 27/7/23, 1.4.
[22] En ET, 27/7/23, 1.4.
[23] Ídem.
[24] En ET, 30/7/23, 1.10.
Miguel Ángel Herrera Zgaib, PhD, Director Grupo Presidencialismo y Participación, U.Nacional/Minciencias.
Foto tomada de: El Tiempo
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