Tendrá Fajardo que convocar a una alianza multipartidista con progresistas y gente dispersa de otros centros, hacer propuestas transformadoras de gran atracción, para medirse en la primera vuelta porque las tendencias de apoyo para otras alianzas de los dos espectros restantes (derecha e izquierda) le absorberán en medio de la polarización a los activistas y lideres, pudiendo dejar vacío el centro sino se reagrupan con otros sectores. Y si Fajardo no logra pasar a la segunda vuelta, debería acudir a formar un Frente Único con la izquierda, so pena de repetir lo desastroso del año 2018 y dejar diluir todo el trabajo. Este Centro Político de los 5 personajes puede sostenerse hasta la primera vuelta porque el centro existe en muchos países. Pero ser realistas para la fase final si fracasan en el resultado y no abstenerse para la ronda final.
Escribió Marcel Gauchet, en su obra “Storia di una dicotomía que,”la Restauración en Francia es el periodo en que las denominaciones de derecha e izquierda, surgidas durante la Revolución francesa, se consolidan y «se acreditan de manera definitiva». Añade así: “El consolidarse de la pareja pasa a través de un ménage a trois. Existe derecha e izquierda porque existe un centro». Aún más: «Para que haya una derecha y una izquierda, se necesita por lo menos un tercer término, el centro. Sin embargo, si hay un centro, cada uno de los partidos laterales se dejan llevar por tendencias radicales que dan pie a la existencia por lo menos de dos derechas, una derecha-derecha y una derecha extrema, y, de una manera similar, de dos izquierdas”.
“La distinción entre derecha e izquierda no excluye en absoluto, tampoco en el lenguaje común, la configuración de una línea continua sobre la cual, entre la izquierda inicial y la derecha final, o, lo que es lo mismo, entre la derecha inicial y la izquierda final, se colocan posiciones intermedias que ocupan el espacio central entre los dos extremos, y al que se le denomina, como se sabe, con el nombre de «centro». (Bobbio, 1995)
El total de votos al Congreso para los partidos que hacían parte de consulta popular con la Coalición Centro Esperanza (CCE), fue superior a los votos depositados para la consulta, esto quiere decir que un gran porcentaje de los electores no le prestó cuidado a la selección de los personajes de la órbita de sus partidos políticos para la consulta. La CCE, obtuvo para Senado 1.956.985 y a la Cámara de Representantes 1.417.000, para un total de 3.373.955 votos, con los cuales obtuvieron 14 senadores y 11 representantes a la cámara; pero solo votaron para la consulta popular 2.300.000, con 62.000 no marcados y 65.000 nulos, o sea se dilapidaron 1.073.355 votos válidos y 127.000 por negligencia o descuido. Esto nos indica falta de orientación, de interés en la campaña, de compromiso o de identidad con el proyecto político formulado. Aunado a esta realidad en cifras está el craso error de los dirigentes del Nuevo Liberalismo que se apartaron de la lista única de la coalición y hundieron a sus candidatos con el exiguo resultado de 329.756 votos sin obtener siquiera el umbral. Pero también se equivocaron en la Coalición al presentar una lista abierta de voto preferente y no una lista cerrada entre todos que, habría sido más proficua o provechosa. Las disputas internas y el clima de discordia se reflejaron en el desánimo de muchos que desde el comienzo vieron a este centro político como una real opción, pero se desencantaron por las hostilidades y el fuego amigo.
Humberto de la Calle, con un ingente esfuerzo logró una votación de admirable resultado, 186.655 votos obtenidos por su imagen y denuedo que, habría aportado con más sosiego en una lista cerrada; sorprende la votación de un apócrifo youtuber, Jonathan Ferney Pulido Hernández, con 186.655 votos, sin pertenecer a ningún grupo de trabajo del Partido Verde, hizo una campaña a través de YouTube como JPHernandez, denunciando anomalías y atrocidades ocurridas en los últimos meses. Esta es una lección sobre el manejo efectivo de las redes sociales para hacer política digital, que otros no supieron aprovechar. De alguna manera ese método también le dio resultados, guardando las proporciones, a Ariel Ávila, un serio analista político, y a Catherine Juvinao, que con fundamento desnudó a los vagos del Congreso. La copiosa votación de Gilberto Tobón (173.000) también es producto de su actividad mediática en redes sociales, pero se vinculó a un partido que tampoco logró el umbral. De otro lado y con otro estilo, también lo hace el candidato clon de Donald Trump, el derechista y exótico señor Rodolfo Hernández, quien le competirá a Fico Gutiérrez dentro del mismo nicho: Los votos de la derecha.
Para algunos la complejidad al votar se da por la maraña de candidatos sin poder identificar el votante a su líder o preferido por esos fríos y numéricos tarjetones que hacen perder la identidad del aspirante con logos y números. En el caso de los candidatos a Senado y Cámara de la CCE, uno deduce, no pudieron contar para la publicidad y promoción de sus aspiraciones con la foto de los 5 candidatos como aval múltiple en la consulta con los 5 validadores, es decir el esfuerzo de cada uno fue mayor buscando posicionar sus nombres como si no estuvieran inmersos dentro de la coalición(como unión interpartidista para seleccionar un candidato único), cuando en la práctica las coaliciones tenían más sonoridad y visibilidad que la propia elección al Congreso; pero los miembros de la CCE dilapidaron esa presencia múltiple por las disputas internas que produjeron un efecto negativo, anti-unión, perjudicando a los candidatos al Congreso que quisieron ampararse en la sombrilla de la imagen de los 5 que pudiera irradiar la coalición como prestigio para los aspirantes ya que no se sentía que reflejaran la despolarización como mensaje. No hubo correa de transmisión entre la campaña de la CCE con las campañas individuales de la lista con voto preferente.
Como lo dialogué con el periodista Alirio Acevedo, director de un Blog , los centristas de la CCE confundieron una consulta popular electoral para seleccionar un candidato a la presidencia, con una elección primaria/interna de partido político; y se enredaron en la competencia dentro de la coalición por una doble puja: hacia dentro buscando cada uno un mejor posicionamiento y hacia afuera, compitiendo con las otras coaliciones, al mismo tiempo confrontados con los candidatos que no acudieron a consultas populares. Y para las tres coaliciones la coalición se volvió una primera vuelta por el forcejeo para atraer votos, intentar a toda costa ganar para ir la primera vuelta constitucional que para ellos fue una meta como si fuera la segunda vuelta electoral adelantada.
Me parece un absurdo la instrucción dada a los jurados en las mesas de votación para que no ofrecieran el tarjetón para inducir a los votantes a pedirlo. Eso es intentar confundir al ciudadano, si es prudente que el jurado no entregue un solo tarjetón porque induce, pero cuando se trata de anunciar que hay varias consultas, debe recordársele al votante que existe esas opciones para que reclama solo una. Y lo otro que sucedió, los jurados politizados voltearon en las mesas los tarjetones, como para hacer que los electores adivinaran cual pedían, cuando se trataba de dejar verlos para que el votante escogiera. Esto fue una marrulla para despistar ciudadanos votantes. Las pruebas sobre el fraude ya están circulando por la alteración de formatos, tachones y recortes, llegándose a demostrar que en 29.000 mesas no aparecieron votos por el Pacto Histórico, un despropósito por la frecuencia de su preferencia en todas las mesas y su triunfo en la consulta, el Senado y la Cámara
Otro aspecto que debe cambiarse para que la abstención disminuya más, es la hora del cierre. Las votaciones deben ir hasta las 6 pm para que la gente tenga más tiempo, son muchas las personas que no alcanzan a llegar a los puestos electorales, e incluso habiendo arribado y estando dentro del sitio la hora es muy rígida porque ni estando cerca a la mesa de votación no lo dejan depositar los votos cuando el reloj marca las 4 pm. La gente acudió masivamente a las urnas y bajo la abstención, pero no se refleja en los escrutinios. Los cristianos se desdibujaron y perdieron congresistas. A Peñalosa le pasaron cuenta de cobro los votantes por sus saltos e inconsistencias ideológicas. Y las deportistas más admiradas como Ibarguen y Rentería, no fueron premiadas por prestar sus nombres.
CITA.
Bobbio Norberto. Editorial Taurus, octava edición. Titulo original: Destra e Sinistra, segunda edición, Madrid, 1995
Alberto Ramos Garbiras, Especialización en derecho constitucional, Universidad Libre; Magister en ciencia política de la Universidad Javeriana; PhD en Realidad Política Latinoamericana, Universidad Nacional (UNED) de Madrid España; ha sido profesor de ciencia política en la Universidad Libre y la Universidad Santiago de Cali. Profesor de las asignaturas derechos humanos y derecho internacional, también asumió la cátedra de paz, en la Universidad Libre.
Foto tomada de: El País
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