Toda negociación empieza con tropiezos y dificultades en un escenario de desconfianzas y lógicas distintas a la hora de entender la paz y su proceso de construcción. Esto es válido tanto para la delegación del gobierno, como para la del ELN.
Veamos esta tesis en la línea del tiempo de una negociación que empezó su fase exploratoria en el año 2014; por un lado el ELN, inicio conversaciones exploratorias con el gobierno Colombiano en medio del desarrollo de los diálogos con las FARC, que se instalaron en el año 2012; lo que repercutió en la concertación rápida de la agenda de negociación Gobierno-ELN, que solo pudo acordarse en el mes de marzo de 2016, más de 2 años después de iniciados los contactos secretos con el gobierno de Santos. Varias son las razones de este dilatado primer momento:
- Las dificultades de la dirección político militar del ELN para presentar un texto de agenda realista a la contraparte, que se diferenciara en sus contenidos de las propuestas presentadas por las FARC , sumado a la resistencia a comprometerse en su contenido con la decisión de dejar las armas como condición inclaudicable del gobierno Santos para negociar un acuerdo de paz.
- Por otro lado, el dogmatismo de los negociadores del gobierno nacional a la hora de encarar diálogos con el ELN, pretendiendo imponer un esquema de negociación a imagen y semejanza al desarrollado con las FARC, lo que estanco por varios meses la fase exploratoria entre la Oficina del Alto Comisionado de Paz y el COCE.
- A esto se le suma el cambio del equipo de negociadores del gobierno nacional hace apenas unos días, cuando fue designando como jefe negociador al ex ministro de agricultura y dirigente conservador Juan Camilo Restrepo a quien lo acompañan Fredy Padilla de León, ex comandante de las fuerzas militares y Eduardo Herrera Berbel, general retirado y ex rector de la Universidad Militar, entre otras connotadas personalidades y funcionarios del alto gobierno, que si bien muestra el interés del Presidente Santos por poner figuras de alto nivel en la mesa de Quito, generan perturbaciones en su acoplamiento a la dinámica que traían las conversaciones, entre dos equipos negociadores en que hay muchos cambios con respecto a los compromisarios iniciales que pactaron la agenda.
- Dificultades internas entre el Comando Central COCE y el Bloque Oriental (Domingo Laín) que se profundizaron a partir del V congreso de esa agrupación, en torno a las diferencias de concepción político-militar que existen entre estas dos instancias de dirección. Recordemos que el Frente Oriental, es la estructura militar más importante de esta insurgencia, aparte de su presencia histórica en Arauca, Casanare y Boyacá; extiende su influencia en el Catatumbo y en los últimos tiempos ha ganado apoyos en los mandos y la guerrillerada de los Frentes de guerra Occidental que opera en el Choco, así como en el Sur occidental que opera en Nariño, lo que ha fortalecido la posición de fuerza de alias “Pablito”, comandante del Bloque Oriental al interior del COCE y en general en la estructura interna Elena. Es evidente que la división entre el Laín y el COCE, en especial con los sectores de Antonio García, no se ha resuelto y deberá padecerse en medio de la negociación, que no es un asunto menor.
Este realinderamiento en las filas insurgentes ha provocado entre otros aspectos notables, la recomposición de la mesa de negociadores por parte de la guerrilla, con la llegada de mandos poco conocidos por la opinión pública, pero que generan confianzas en el delicado equilibrio político militar interno del ELN. Varios de ellos carecen de experiencia probada en asuntos de diplomacia y negociación, en las que tendrán que adaptarse al rol de comisionados de su organización en un escenario público que a veces lisonja y otras ataca los argumentos de la insurgencia, en temas tan sensibles como el secuestro, la responsabilidad en las víctimas del conflicto, los atentados a la infraestructura petrolera, entre otros.
Otros elementos de suma importancia que influyen en el inicio de los diálogos son:
- El impacto de los resultados del 02 de Octubre impactan la mesa, tanto en sentido positivo (repotencia la agenda del ELN), como negativamente, al enviar un mensaje pesimista sobre las posibilidades trasformatorias de una negociación política, en un ambiente hostil y radical de los sectores de derecha que se han fortalecido con la votación popular y el respaldo de una amplia base social a sus visiones de sociedad autárquica, secular y tradicionalista, que exalta la riqueza, la propiedad privada y el individualismo, como paradigmas de éxito social y cohesión comunitaria.
- La Falta de comunicación con los mandos en los frentes y la dinámica propia de autogestión de sus capacidades militares y económicas, genera dificultades en el acatamiento de órdenes por parte del COCE. Es el caso del frente de guerra occidental que actualmente tiene secuestrado a Odín Sánchez, en las espesas selvas del medio y bajo Atrato Chocoano. Este frente guerrillero, que cuenta con los frentes “Ernesto Che Guevara, Hernández el Boche y Resistencia Cimarrones”; desato desde hace varios años una guerra frontal contra lo que ellos denominan “la clase política corrupta de su departamento”, realizando sonados secuestros de funcionarios públicos como el Alcalde del alto Baudo Fredy Palacios Ramírez[i], o el ex gobernador Patrocinio Sánchez[ii] (hermano de Odín). Pero a ello se le suma que aparte del juicio revolucionario que pretenden hacer a los plagiados, exigen por ellos fuertes sumas de dinero como pago por su liberación. El secuestro es una de las principales fuentes de financiación del frente de guerra Occidental en esa región.
- Las dificultades para formar cuadros políticos en todos los frentes del ELN que entiendan las lógicas políticas de la negociación y lo puedan trasmitir a la guerrillerada. La negociación de Quito, de consolidarse, debe servir como sucedió con las FARC, para que muchos mandos medios del ELN pasen por la capital Ecuatoriana a recibir instrucción política intensa, en Derechos Humanos, derechos Internacional Humanitario y todos los insumos teóricos de negociación política de conflictos, con el propósito que esos mandos se convenzan de las ventajas de la salida negociada y lo repliquen en sus frentes de guerra. La estabilidad de los diálogos es un aliado para la superación de las diferencias y dudas internas que tiene el ELN.
- Los operativos militares y de hostigamiento estratégico, estimulan las posturas radicales al interior del ELN, en especial en las regiones de Arauca, Catatumbo y Choco, que respaldan, una tesis esgrimida en el V congreso de esa organización, “la de Profundizar el accionar militar y desarrollar la estrategia de la retaguardia armada de los movimientos revolucionarios en Colombia, una vez se produzca la firma de la paz con las FARC -EP, en un vórtice que impulse al ELN a convertirse en el único ejército rebelde en armas, recogiendo sectores armados disidentes de las FARC-EP y asumiendo la interlocución de los sectores sociales afectos a la lucha armada en el país”.
- La crisis venezolana afecta trasversalmente las conversaciones con el ELN, por la relación e intereses históricos con ese país, por parte de los Elenos. Venezuela será un tema en el que esa insurgencia va a establecer condiciones para avanzar en las negociaciones con el gobierno Colombiano, solicitándole a Colombia mantener su neutralidad en ese conflicto y la no intervención en los asuntos internos de Venezuela que ahonden la crisis del gobierno Chavista de Maduro.
- El papel de la iglesia es definitivo para cimentar las confianzas entre las partes. Los sectores de la iglesia católica en cabeza de monseñor Jesús Darío Monsalve y otros ilustres sacerdotes, representan una garantía para mantener una atmosfera de dialogo y disposición a la paz entre todas las partes en la mesa de negociación en Quito y pueden desentrabar obstáculos que dificultan el avance de las conversaciones.
El principal del momento, la liberación de Odín Sánchez, en este sentido el esfuerzo debe estar dirigido a por un lado garantizar la inmediata liberación por parte del ELN, sin condiciones, pero por el otro matizar la exigencia del gobierno de condicionar el inicio de la discusión del punto uno (1) de la agenda, a que se dé la liberación como exigencia previa, Este no puede ser un inamovible para iniciar formalmente las conversaciones y allí hay que llamar a la sensatez de la comisión negociadora del gobierno nacional en cabeza de Juan Camilo Restrepo a priorizar su misión principal que no es otra que avanzar en la negociación y en medio de ella ir resolviendo las dificultades que se vayan presentando.
El tema del secuestro no será el último escollo de esta negociación, ya lo mostro antes, la negociación con las FARC, de hecho el comandante Pablo Beltrán, jefe negociador del ELN, ya planteo un segundo gran debate público; “la necesidad de acordar un pacto de cese al fuego que le dé el alivio que requiere la sociedad. Por Ahora, el Gobierno ha dicho que los diálogos se desarrollan en medio del conflicto. No hemos estado de acuerdo y hemos propuesto que debemos pactar un cese al fuego.”[iii] Este un planteamiento importante del jefe negociador del ELN que debe ser tratado una vez se inicie formalmente la negociación de punto uno de la agenda y se haya resuelto el problema de los secuestrados por parte de esta insurgencia.
Julio Cesar Arenas
Investigador del Conflicto Armado,
Corporación Nuevo Arco Iris
Nov. 02 de 2016.
[i] El ELN secuestro al alcalde del alto Baudo Fredy Palacios Ramirez, el 16 de Dic. De 2014, revista semana, edición del 10 de febrero de 2015
[ii] El secuestro de Patrocinio Sánchez, periódico el Espectador edición del 26 de agosto de 2013
[iii] Alfredo Molano, entrevista a Pablo Beltran, periódico el Espectador, ed. 02 de noviembre de 2016
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