Enfrentamientos armados a ambos lados
Como lo muestran estudiosos del tema[1], el ELN y otros grupos armados irregulares profundizan su guerra en la frontera al tiempo que se expanden hacia Venezuela, ya no sólo para usarla como retaguardia estratégica y refugio sino haciendose binacionales, aunque operan bajo lógicas distintas a cada lado.
Del lado colombiano, el frente Domingo Laín del ELN y la disidencia del frente X Martín Villa de la exFarc aprovechan la ausencia o distorsionada presencia del Estado para someter a la población con extorsiones, sicariato, atentados, artefactos explosivos, trabajo forzado, reclutamiento infantil, violencia sexual; ELN extorsiona la industria petrolera y venta de gasolina, a comerciantes, ganaderos, transportadores, y las disidencias controlan rutas de narcotráfico; ambos disputan el control de 300 kilómetros del río Arauca, y repiten enfrentamientos de 2004 a 2011. En 2021 atacaron pueblos y asesinaron centenares de personas; en enero 2022, ya han generado decenas de desplazados y muertes violentas en especial en Tame, Fortul, Arauquita y Saravena[2]. También Cúcuta fue atacada con explosivos en el pasado diciembre cerca al aeropuerto y una estación de Policía, y se ha denunciado la actuación de grupos armados venezolanos llamados el Tren de Aragua y los Maracuchos.
En Venezuela grupos irregulares actúan al menos en Zulia, Táchira, Apure, Monagas, Bolívar, Amazonas, aprovechando la permisividad o corrupción, y al mismo tiempo cazando rentas ilegales. Enfrentamientos entre la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y el frente 10 disidente, a finales de marzo 2021 forzaron el desplazamiento de unas 6.000 personas del Apure a Arauca. Allí se concentra la disputa entre disidencias de Gentil Duarte y la Segunda Marquetalia de Iván Márquez, ELN y otros grupos irregulares.
Otro caso significativo ocurre en el arco minero energético del Orinoco donde grupos armados ilegales, tratan de controlar parte de la extracción y tráfico del oro, vital para la economía venezolana en crisis[3]. En el Orinoco de Venezuela, el ELN se enfrenta con la banda Sindicato de Barrancas, eso incidió en que Monagas cerrara 2021 como el séptimo estado más violento con gran afectación poblacional, en particular a los indígenas waraos que viven cerca del río, como señala el Observatorio Venezolano de Violencia[4].
El 11 de enero de 2022, más de doscientas personas entre las que se encuentran indígenas, campesinos y comerciantes de Puerto Páez, en el Apure venezolano, fueron obligadas a desplazarse forzosamente hacia el Vichada en Colombia, por la espiral de violencia del ELN y disidencias. Un informe de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC)[5] denuncia amenazas contra las comunidades en esos territorios, riesgo de reclutamiento forzado de niñas/os, siembra de minas antipersonal; y pide apoyo humanitario a familias indígenas Amorúa y Sikuani desplazadas que carecen de condiciones dignas y pertinentes culturalmente. Así, el aumento de violencia está agravando la situación fronteriza a ambos lados.
Tensión intergubernamental agrava situación
Cada gobierno central responde enviando ejército a la zona fronteriza pero la militarización no implica mayor seguridad. Menos aún cuando cada uno se radicaliza contra el otro, rompe relaciones, paraliza la institucionalidad para atender esa estrecha vecindad, sin ningún canal institucional para procesar los flujos transfronterizos se anula cualquier control.
En el caso colombiano varios factores inciden en el agravamiento de ese enfrentamiento. La no disposición del ELN ni del gobierno de Iván Duque a negociar la terminación del conflicto armado, la limitada implementación del Acuerdo de Paz con las Farc, la falta de estrategia frente a las disidencias, la sobreexplotación minera por multinacionales que no protegen los recursos naturales, el no uso significativo de rentas petroleras producidas en esas zonas para el mejoramiento de la calidad de vida de los pobladores.
Ante los recientes enfrentamientos, el 16 de enero, Duque llegó madrugado a Arauca, recorrió algunas calles, junto con el ministro de Defensa y mandos militares-policiales, encabezó un consejo de seguridad del que dijo “pasamos revista a las tropas de los dos batallones que enviamos para reforzar y garantizar la seguridad”. En lugar de tomar en consideración a la población de Arauca que sale a las calles a pedir paz y es indispensable para construir soluciones, el gobierno la estigmatiza.
Desde Venezuela, se anunció refuerzo de la presencia militar en Apure mientras los pobladores afirman ser atropellados o injustamente arrestados por funcionarios, desde 2021 cuando comenzaron los enfrentamientos entre la FANB y una de las disidencias. Nicolás Maduro, el 30 de septiembre 2021 ante el Comando Estratégico Operacional de la FANB señaló: “Parte de la estrategia de la oligarquía colombiana es infiltrar nuestro país de grupos terroristas armados narcotraficantes de Colombia, los mejor conocidos como Tancol” que significa terroristas armados narcotraficantes colombianos. Luego el jefe de ese Comando agregó que la FANB actúa contra los “Tancol en cualquiera de sus formas”. Después el alcalde de Guasdualito dijo que los Tancol son unos 50 miembros del ELN y disidentes que amanzan la población y han afectado hasta las comunicaciones en La Gabarra.
También pobladores organizados en comunicado entregado a Últimas Noticias cuestionaron “El 14 de enero del 2022 hombres armados del ELN colombiano invadieron las Comunas La Gran Unión y Víctor Díaz Ojeda, bajo el argumento de la guerra que libran con las llamadas disidencias del X frente de las FARC. Esto constituye una violación inaceptable a la soberanía nacional y popular…En la actualidad más de 50 hombres armados tienen tomado el pueblo de la Gabarra, al más puro estilo de un ejército de ocupación extranjera, desconociendo al Estado Bolivariano, al poder popular y trayendo zozobra y terror en la población. Las organizaciones del poder popular y de base venezolana no somos parte de una guerra entre esos factores armados por la disputa de las rutas del narcotráfico y de los ilícitos fronterizos, pues es eso lo que está de fondo. En esas disputas no hay nada de ideología o proyecto político”.
El aumento de la presencia militar preocupa no solo por la capacidad de cada uno por su lado de hacerle frente a fenómenos transfronterizos, sino porque genera un riesgo en medio de mutuas acusaciones que aumentan la tensión intergubernamental. Duque señala al régimen que encabeza Maduro como dictadura enemiga de Colombia, protector de grupos terroristas y del narcotráfico, y así ha justificado ejercicios militares en varias zonas fronterizas en acuerdo con la administracion Trump e iniciativas de sectores opositores venezolanos. Maduro agrega que el gobierno colombiano con Estados Unidos intenta realizar incursiones en territorio venezolano. A esa peligrosa guerra fría con operaciones en caliente de cada lado se agrega el señalamiento de colaboración en estrategías de seguridad desde Venezuela, de inteligencia y militares cubanos, rusos, chinos que habría participado en el despliegue fronterizo de fuerzas en octubre de 2018[6].
A reconstruir la relacion
La disputa de Hugo Chávez y Álvaro Uribe en coyunturas específicas fue paralizando todas las comisiones binacionales para procesar esa compleja vecindad -la negociadora, la de las fuerzas militares y de seguridad, la de integración y asuntos fronterizos o de Vecindad. La tensión se agravó desde agosto de 2015 cuando Maduro ordenó “cierre total de frontera”, expulsión de colombianos y marcación de sus casas para demolerlas. Aunque en 2016 accedió abrir algunos pasos peatonales, en septiembre anunció la militarización del Táchira.
Duque en octubre 2018, anunció que como asumía que Maduro es dictador no tendría embajador sino cónsul y encargado de negocios en Venezuela. Con su partido, el Centro Democrático, secundó la estrategia de Trump de usar todas las opciones posibles frente a Maduro y se unió al sector opositor que privilegiaba la presión externa para buscar una salida. En enero 2019, ante la reelección irregular de Maduro, apoyó el nombramiento que hizo la Asamblea Nacional de Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela y lo acompañó en el concierto fronterizo para presionar fin de la usurpación.
Maduro rompió relaciones interestatales, expulsó al personal diplomático y consular colombiano, ordenó cierre y bloqueo de puentes binacionales, desplegar ejercicios militares y sistema de misiles en la frontera. Con la llegada de 53 militares estadounidenses a 5 unidades militares colombianas cerca a Venezuela en la lucha contra el narcotráfico, Maduro envió refuerzo militar. En marzo 2020, Duque ordenó cerrar fronteras por la pandemia, y el 1 de junio 2021 su reapertura. En octubre 2021, Maduro paso a desbloquear algunos puentes a Fredy Bernal “protector” del Táchira (figura que usa donde la autoridad local elegida es de oposición), como parte de su campaña para gobernador.
Pero órdenes desde Caracas y Bogotá de “cierre de fronteras” obstruyen los 7 pasos formales existentes en los 2.219 kilómetros de línea limítrofe, obligando a personas y mercancías a atravesar por trochas en desiertos, montañas, rios y selvas; allí grupos armados irregulares se disputan el control de esas vías informales, les imponen abusivas regulaciones y los someten a extorsión, trabajo forzado y explotación sexual. Los anuncios unilaterales de “reapertura” no coordinan ni horarios. En enero 2022, sigue el cierre comercial por los puentes por donde ha pasado 70% de mercancía que en 2008 alcanzó US$8.000 millones, su canalización por La Guajira aumenta costos y deja al ámbito andino en desventaja.
Esos “cierres” desconocen las fuertes interacciones fronterizas en la más larga, abigarrada y compleja frontera de cada país. Ante todo las poblaciones, pues los dos países comparten comunidades indígenas y tienen muchas familias binacionales pues cada uno ha sido el principal destino migratorio o de refugio del otro. También comparten ecosistemas estratégicos, cada lado ha generado parques nacionales pero sin coordinación reducen la protección ambiental. El entrecruzamiento de las dos economías bajo la integración andina generó empleos, ingresos, comercio, infraestructuras y oportunidades a ambos lados. La tensión, el cierre de pasos fronterizos formales y de canales de comunicación interestatal han generado daños a las poblaciones más vulnerables y agudizan los problemas compartidos en vez de procesar de forma cooperativa las interacciones binacionales.
Frente a esa grave situación desde el ambito andino, las gobernaciones, gremios y cámaras de comercio han estimulado acciones conjuntas. Congresistas de ambos lados tratan de habilitar un diálogo entre distintos sectores legislativos. Puentes Ciudadanos Colombia Venezuela (PCCV) ha impulsado un diálogo que conecte autoridades locales, empresarios, académicos y sectores sociales de ambos lados. Ojalá esos esfuerzos vayan logrando metas concretas: -apertura completa y coordinada de puentes internacionales y pasos fronterizos con el fin de que circulen mercancías y personas de manera legal y segura; -funcionamiento del sistema consular para que el flujo poblacional cuente en ambos países con instrumentos para regularizar su situación, derechos y garantías; -estimular un canal de comunicación entre ambos Estados vía un tercer país para procesar esos asuntos y sentar bases para la reconstrucción de las relaciones y el restablecimiento de toda la institucionalidad para procesar esa estrecha articulación fronteriza e intensa vecindad.
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[1] https://www.lasillavacia.com/historias/historias-silla-llena/la-urbanización-de-la-confrontación-armada-¿un-nuevo-salto-estratégico-del-eln-/; https://www.lasillavacia.com/historias/historias-silla-llena/la-parálisis-militar-del-eln-no-significa-que-su-fin-está-cerca/ https://www.elespectador.com/colombia-20/conflicto/el-eln-se-esta-convirtiendo-en-una-guerrilla-binacional-experto-en-conflicto-y-migracion/
[2] https://www.aa.com.tr/es/mundo/hrw-reporta-control-de-grupos-armados-en-la-frontera-colombo-venezolana-de-arauca/1710588
[3] https://es.insightcrime.org/noticias/analisis/venezuela-depende-oro/
[4] https://efectococuyo.com/la-humanidad/barrancas-del-orinoco-entre-el-desplazamiento-y-el-crimen-organizado/
[5] https://www.radiofeyalegrianoticias.com/indigenas-de-apure-se-han-visto-obligados-a-desplazarse-a-colombia/
[6]https://www.radiotelevisionmarti.com/a/participaci%C3%B3n-de-tropas-de-cuba-rusiay-china-en-maniobras-fronterizas-venezolanas-motiv%C3%B3-advertencia-de-washington-/214145.html
Socorro Ramírez
Foto tomada de: El Tiempo
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