Veamos en palabras de un analista político como Mauricio Trujillo, “Estas elecciones confirmaron que Colombia ya no es la misma. Se ha producido un temblor electoral, asistimos a un quiebre de la hegemonía de los partidos políticos que han dirigido el país y usufructuado el poder durante décadas. Estamos frente a un hecho mayor, el resultado electoral de Petro es un gran paso que bien gestionado por él y la coalición de centro izquierda podrá abrirles las puertas del triunfo mañana. Hemos avanzando hacia el escenario normal de las democracias occidentales modernas, en donde el pluralismo, representado en la segunda vuelta en dos grandes bloques, permite la controversia enriquecedora, el voto ilustrado, la disputa civilizada del poder y su conveniente alternancia.
El panorama ha cambiado, las transiciones toman tiempo pero llegan: las nuevas generaciones se involucran más en la vida política nacional, las clases medias de las grandes ciudades han crecido y su voto es más libre, los debates electorales llegan a casi todos los rincones del país, el ágora de la plaza pública revivió como en los mejores tiempos de Gaitán, la globalización trae información de otras latitudes y nuevas ciudadanías surgen con muy diversos sueños y maneras de pensar. Estamos en presencia de un cambio social y cultural en Colombia.”1.
El primer elemento que hace histórica esta campaña electoral, es que la abstención se redujo considerablemente. Desde las elecciones presidenciales de 1998 los votantes no superaban el 50% del total de los ciudadanos aptos para votar. Esta vez los colombianos que fueron a las urnas a expresar sus preferencias y a respaldar a su candidato, superaron el 53%, en la primera vuelta. En la segunda vuelta, la participación representó el 53.36 % por ciento de los votantes habilitados asistieron a las urnas.
LA PROLONGACION DE LA ACTIVIDAD POLITICA
Otra circunstancia que nos indica la singularidad e historicidad del momento que vivimos hoy, es que pasadas cuatro campañas electorales en los últimos meses (parlamentarias, consulta y dos vueltas), la vida política se ha vuelto febril y no detiene su flujo de actividad permanente, indicador del momento especial que creó el debate presidencial. Veamos: celebración histórica del primero de mayo que se caracterizó por las grandes movilizaciones en todo el país, la velatón por las muertes y amenazas a líderes y lideresas sociales del 6 de julio, las concentraciones para recibir el nuevo gobierno el 7 de agosto, la consulta anti corrupción el 26 de agosto (282.175 votos en Risaralda), y las actividades de denuncia frente a la no concesión de la personería jurídica a la Colombia Humana. Esto nos denota que las fuerzas sociales están definitivamente movilizadas y a la expectativa de lo que pueda suceder en el inmediato futuro. Esta vocación de lucha es la que se palpa en la calle, para enfrentar el paquete de reformas antipopulares que anuncia el nuevo gobierno y sus voceros ministeriales.
YA TENEMOS PROGRAMA
Tal vez uno de los asuntos políticos menos evaluado y más potente de lo acontecido con el “fenómeno Petro” en el campo popular y alternativo, es que se impuso y posicionó una propuesta programática democrático liberal, sin que mediarán largos y desgastantes procesos de discusión y consenso DEL PROGRAMA DE LA COLOMBIA HUMANA. La campaña Petro dotó a la Convergencia alternativa de una POLITICA que ha roto con los vestigios de las lecturas de ultraizquierda, pues dio cuenta del estado del debate entre socialismo y capitalismo actual, y mostró como un programa más orientado a realizar las reformas democráticas en torno a la satisfacción de los derechos básicos de los colombianos, llenaría la expectativa de un cambio real que se tradujo en una fuerza de más de 8 millones de electores. Estimo que todavía no existe la suficiente consciencia de ese giro. Creo que en la aterrizada del programa nacional a las regiones, debemos tener más clara esta divisa, para no incurrir en establecer puntos que no correspondan a esta definición coyuntural.
LAS TERRITORIALES COMENZARON YA
Estaremos a la altura del momento en las elecciones territoriales? recogeremos esa franja de opinión de 136.000 votos en el Departamento y 75.000 en Pereira?, o ¿volveremos a ser la sumatoria de frágiles y poco representativas fuerzas alternativas dispersas que pasan a la intrascendencia política después del debate electoral? He ahí el gran reto político que enfrentamos territorialmente.
LOS CORRECTIVOS Y AJUSTES PARA AVANZAR EN EL 2019
En Risaralda el comportamiento el 1ero de mayo, el comportamiento en la Velatón del 6 de julio, las consignas y estilo desplegado en la marcha del 7 de agosto, denotan la prevalencia de métodos y lenguaje excesivamente izquierdizante, que profundizan esa muralla comunicativa.
Revisemos las consignas de esas convocatorias:
Por un gobierno, obrero, campesino y popular. Y venga, venga compañero, que aquí se está librando un gran combate obrero.
La concentración excesiva en la denuncia del uribismo y no en la exposición de las tesis y programas de la Colombia Humana. “El síndrome de plañidera”, consistente en que solo nos juntamos para contarnos las desgracias y desvaríos que nos causan las impopulares medidas de la dirigencia local, Departamental y nacional y la acción política de construcción de fuerza organizada estará relegada para la disputa electoral y arrojará los resultados de marginalidad y falta de peso político.
PRECISAR EL PROGRAMA REGIONAL
La ausencia de consensos en las definiciones y contenidos programáticos sobre Risaralda, el AMCO, y Pereira específicamente. La crisis de los cafeteros agudizada por la caída del precio internacional, La APP del aeropuerto matecaña, El proyecto San Mateo, la privatización de la empresa aguas y Aguas, la crisis de movilidad en la ciudad, los peajes que cercan la capital del departamento, la desatención a las víctimas del conflicto armado en una región receptora de desplazados, la crisis de los hospitales públicos, la educación y la jornada única, constituyen un arsenal social y político que debe decantarse y evaluarse para salir a divulgar como el programa de la convergencia.
Pienso que la estructura de los nodos, es la forma organizativa que debe adoptarse para la profundización temática y sectorial de las problemáticas que afectan a los ciudadanos Risaraldenses y precisar los ejes del programa que agitaremos en las elecciones del próximo año.
LO ORGANIZATIVO Y GERENCIAL DE LA CAMPAÑA TERRITORIAL
La ausencia de una estructura organizativa definida. ¿Somos o queremos ser un partido político? ¿Un movimiento de movimientos? ¿Un frente? ¿Una convergencia? O la unidad solo alcanza para una alianza en torno a candidatos de coalición en las próximas elecciones territoriales? De no tramitar en forma juiciosa estos asuntos, la posibilidad de construir confianzas y templar los organismos para enfrentar conjuntamente el debate eleccionario territorial se hará difícil y se producirá el “síndrome” de la desunión y falta de accionar unitario que ha caracterizado tradicionalmente a la izquierda, que lleva a el editorialista del Diario del Otún a condenar a la insignificancia política a la expresión de la Colombia Humana en el futuro inmediato (2).
Dejar cursar la solución jurídico-formal de la Colombia Humana, para poder ser sujeto de los derechos y obligaciones que el Estatuto de la Oposición le brinda, dado el contenido del fallo de la H. Corte constitucional, que declara la inconstitucionalidad para los grupos significativos de ciudadanos y los movimientos sociales con representación en las corporaciones públicas. (3)
La ausencia de formas organizativas para las ciudadanías libres, lleva a que seamos un movimiento susceptible de ser fácilmente aparatiado por sectores tradicionales de la izquierda.
Baste ver la ausencia de debate del contenido de la declaración política de la Risaralda Humana en la marcha y concentración del 7 de agosto.
La dispersión en la participación en la consulta popular anticorrupción, pues los traumatismos organizativos desestimularon un mejor desempeño en ella, traducido en que como no teníamos la paternidad de la consulta, nos relajamos con la tarea, que provocó que no tuviéramos comités departamentales y municipales de impulso de la consulta en Pereira y Risaralda, lo que dificultó la articulación con los promotores iniciales. La ausencia de recursos físicos y económicos, la ausencia de una propaganda nacional en el tema, la incomunicación con Bogotá, etc.
La necesidad de estructurar y preparar UNA GRAN ASAMBLEA CIUDADANA que resuelva las deficiencias organizativas y potencie el colectivo para asumir los retos del corto y mediano plazo.
El cúmulo de tareas y actividades con que nos agobiará el inmediato futuro dada la agresividad, prepotencia y arrogancia que ya se avizora será la constante del nuevo gobierno y su partido hegemonizante, quienes se muestran destinados a imponer impopulares reformas neoliberales de cuarta generación, consignadas en el plan de gobierno que agitaron Duque, sus mentores y aliados en el pasado debate y que anuncian planes regresivos como la reforma tributaria y la reforma pensional.
Así mismo se coincide en señalar como causa de la derrota de la candidatura alternativa, la ausencia de muchos gobiernos territoriales propios o afines, y por tanto la urgencia de contar con gobiernos y bancadas de peso en las regiones, como garantía de triunfo en el 2022. Así pues, si aspiramos a avanzar en esa dirección, debemos adoptar conductas, métodos, lenguajes, formas organizativas diferentes a las tradicionales y dar rienda suelta a la iniciativa, creatividad e ingenio de los ciudadanos del común que vieron en el discurso de Petro una alternativa. Por tanto urge escuchar y atender esas voces.
En la entrevista a Gustavo Petro concedida a la doble W radio al día siguiente de los comicios de segunda vuelta, así como en el primer programa de Hollman Morris en el Facebook en la noche del 9 de agosto, reiterando el criterio en la entrevista concedida a María Jimena Dussán en “semana en vivo” de la semana anterior, criterio consistente en señalar como causa de la pérdida de la elección presidencial, el 27 de junio, el comportamiento de dos sectores poblacionales específicos: El estrato 1 y 2 en la costa atlántica y LA INCAPACIDAD DEL NUEVO PROGRESISMO PARA CONECTAR Y COMUNICARSE CON LA CLASE MEDIA DE ANTIOQUIA Y LA ZONA CAFETERA: Debemos asumir el reto de pensar y analizar dicho presupuesto, veamos:
La incapacidad del nuevo progresismo de comunicarse o conectar con la clase media del departamento de Antioquia y la clase media en el eje cafetero, en donde deriva la ventaja del uribismo que tomó distancia con más de un millón de votos en Antioquia y el comportamiento de la votación del Fajardismo en la zona cafetera en la segunda vuelta.
Veamos los resultados electorales obtenidos en la consulta interpartidista y las dos vueltas de la presidencial, en la región discriminada por departamentos:
Un total de 781.544 ciudadanos estaban habilitados para votar este domingo 27 de mayo en las 2.046 mesas instaladas en el departamento de Risaralda.
En total 442.816 personas votaron en el departamento. Los votos blancos fueron 7.836 y los nulos 7.448.
Nótese en el análisis de las cifras que el comportamiento de la franja Fajardista en el departamento de Risaralda fue un tanto diferente en relación con el Quindío y Caldas, que puede obedecer a los reiterados llamados tácticos a no arreciar contra las candidaturas de De la Calle y Fajardo pues ellos constituirían aliados potenciales y que por lo tanto la crítica debía centrarse en Duque y Vargas Lleras. Al parecer en Caldas y Quindío la convergencia no estuvo tan unificada como en Risaralda sobre criterios de acción.
Notas:
- Revista Sur.
- Diario del Otún. Editorial del 28 de Junio de 2.018.
- Sentencia C-018 de 2.018 Corte Constitucional, Fallo constitucionalidad Estatuto de la Oposición.
Carlos Enrique Duque Vargas. Miembro de la Coordinación Departamental de Colombia Humana
Foto tomada de: VIVE HUILA.co
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