La reducción de la razón a la racionalidad instrumental técnico-económica se manifiesta hoy tanto en economía con su reducción a la racionalidad NC (Neoclásica) en su método axiomático y en su aplicación a la asignación tecnocrática de recursos; y en política, la racionalidad política siendo reducida a la de la solución tecnocrática de problemas, en abstracto de la controversia política. El marco conceptual dado por la teoría crítica de la EF (Escuela de Frankfurt), se desarrolla en tres terrenos: 1) el de la teoría social, introduciendo su teoría critica, la cual confronta la asimilación epistemológica de la sociedad a la naturaleza de la ciencia social positivista en la cual se basa ese reduccionismo; 2) el de la economía, criticando su reducción a la economía NC, aplicación de la concepción empírico analítica de la ciencia social criticada por la EF, de la cual el neoliberalismo es una burda aplicación; 3) el de la política, criticando la pretensión tecnocrática de solucionar problemas más allá de intereses sociales y contradicciones políticas.
- la teoría critica de la escuela de Frankfurt
La crítica del reduccionismo en varias formas de praxis teóricas y prácticas fue el proyecto de teoría critica que acometió la EF[1], un proyecto que basado en el concepto de crítica de Marx y Hegel[2] involucra el concepto weberiano de razón instrumental y el de Lukács de reificación (que sintetiza la teoría de la alienación de Marx con su crítica al fetichismo de la mercancía). Critica que se extiende al marxismo mismo revisándolo en su dogmatismo historicista (saber para dónde va la historia), cuestionándose por el hecho de que el proletariado no se alzó en la 1ª postguerra en Alemania (ni en la Weimar Republik), como no lo hizo en ningún país industrializado, sino que fue cooptado por los beneficios de las reformas socialdemócratas (incluso seducido por el populismo nacionalista nazi); como por el hecho de que el colapso del capitalismo debido a sus contradicciones económicas nunca tuvo lugar[3].
Los temas de la EF forman un conjunto que gira alrededor del desarrollo la crítica marxista al capitalismo (actualizada a su evolución posterior a Marx[4]), en varias direcciones que se concentran en el tema del carácter emancipatorio del conocimiento como crítica de la deformación ideológica de la realidad social que lo legitima y de las prácticas sociales que lo protegen. Es una crítica del reduccionismo tecnocrático de la razón instrumental; de la reducción de la razón a lo tecnológico/económico como responsable de que la razón enaltecida por la ilustración como el camino a la libertad (de todo dogmatismo monárquico o eclesiástico) resulta volviéndose contra este ideal en la irracionalidad; de la reificación de las conciencias y las relaciones sociales bajo el capitalismo por la cosificación del trabajo (como una mercancía más) y de estas por este fetichismo de la mercancía, a superar mediante la conciencia de las contradicciones en esas relaciones; de la ciencia social positivista que separa teoría y práctica y pretende desligar el conocimiento de su interés constitutivo, una forma de razón instrumental que legitima la reificación de las relaciones sociales por el fetichismo de la mercancía (la mercantilización del trabajo y su relación con el capital como otra cosa) y su reducción tecno-económica.
La crítica de la razón instrumental es el tema central de La dialéctica de la ilustración de los dos iniciadores de la EF Adorno y Horckheimer, una tradición que arranca con su definición en Weber y culmina en su actualización por Habermas[5]. El concepto de racionalización de Weber incluía el progreso científico tecnológico y sus efectos en la sociedad, las aplicaciones de la escogencia racional (economía), la industrialización, burocratización y secularización[6]. El de reificación de Lukács refería la cosificación de relaciones sociales[7] a ser superada por la práctica desreificadora de la crítica de la función ideológica del fetichismo de la mercancía en la sociedad capitalista
La EF elabora el reconocimiento de esa función (por la reificación de la conciencia como resultado de la universalización de la forma mercancía) considerando la creciente racionalización de instituciones y dependencia de la ciencia y tecnología[8]. En su argumento sobre cómo la razón se vuelve sobre si misma por su reducción de la racionalidad a lo eficiente A&H desarrollan dicho criticismo de la razón instrumental[9], critica que se extiende a las tendencias positivistas objetivistas y a la tecnología que la sustentan. Su teoría critica de la sociedad intenta llevar los sujetos a la emancipación por autoconciencia de las contradicciones implícitas en su existencia económica para penetrar sus mistificaciones ideológicas, escapando así de la razón instrumental.
Marcuse destaca como dicha razón instrumental remueve de la reflexión los intereses sociales que determinan la aplicación de las técnicas, limitándola a las relaciones de control, con lo que la razón pierde su función como standard crítico de la organización social y se convierte en la base ideológica para su legitimización. Así la institucionalización del desarrollo científico tecnológico legitima la organización social y la razón técnica formal se convierte en la base ideológica de esta legitimización. Para Marcuse la salida está dada por la acción política: el cambio de aplicación de la tremenda capacidad técnica que actualmente esclaviza en el ciclo trabajo-consumismo, logrando la emancipación de dicha razón.
Habermas avanza señalando que el problema no es la razón técnica sino su universalización, la renuncia a una comprensiva en favor de esta técnica formal que reduce praxis a techne; que se necesita es ubicarla dentro de una teoría más comprensiva. Su salida a la reducción de la razón a lo instrumental en la dirección emancipatoria consiste en distinguir acción comunicativa (interacción acorde normas validas) de trabajo (acción racional, acorde con reglas técnicas). Completa la crítica de la ciencia social positivista de A&H con su análisis sobre conocimiento e interés, señalando como el último es constitutivo del primero[10]. Ataca la pretensión ideológica de que el enfoque empírico analítico, con su interés cognitivo tecnológico que descarta al enfoque crítico con su interés cognitivo emancipatorio, es el único tipo de conocimiento legítimo, destacando como los tipos de ciencia[11] son irreductibles él.
- Reducción tecnocrática de la economía a la teoría NC
El enfoque empírico analítico en ciencia social criticado por la EF es el constitutivo de la economía NC: la tendencia al simplismo tecnocrático en teoría social tiene su contrapartida en economía en la teoría NC y su aplicación neoliberal, y en la idea de que se trata de una ciencia unificada como la física[12] y debe modelarse sobre ésta (exacta, formalizada, universal). Y la hegemonía de la teoría NC no da para afirmaciones como que el reconocimiento del carácter histórico social del objeto de la economía y de las diferentes escuelas en economía es simple ignorancia[13], un ejemplo patético de reduccionismo que universaliza lo particular. Por el contrario, se dan al menos cuatro tendencias que con sus cruces y ramificaciones dan lugar a un panorama bien complejo en el cual contrastan las aproximaciones ahistóricas concentradas en las conductas de agentes individuales en tanto racionales (optimizadores) y las mas históricas concentradas en clases sociales y las relaciones y contradicciones entre ellas. La economía política clásica (Smith, Ricardo, Marx hasta Piketty); la NC (marginalistas, walrasianos, austriacos hasta la macroeconomía neoneoclásica de Lucas, Sargent, Prescott); keynesianos (Keynes y sus seguidores como Robinson y neoclásicos como Hicks, Solow, Samuelson); y heterodoxos eclécticos: neo keynesianos (Romer, Krugman, Stiglitz), postkeynesianos (Kalecki, Kaldor, Robinson, Harcourt, Kregel, Thirlwall), y neoestructuralistas (Taylor). Esta larga lista para destacar la enorme variedad y riqueza de la historia del pensamiento económico con dicotomías persistentes como: clásicos-neoclásicos; evolucionistas (Mill, Marshall)- formalistas (Walras, Pareto); neoclásicos/monetaristas -keynesianos; neoneoclasicos-neo/post/keynesianos.
En realidad, en economía, como en otras ciencias humanas, se establece una diferencia entre las diversas escuelas desde el mismo nivel de la definición de su problemática y sus categorías, dependiendo de si se trata de una aproximación empírico- analítica o una crítica-dialéctica. La realidad económica es problematizada en direcciones diferentes, por un lado, por la Economía Política Clásica que por su carácter histórico social se acerca a (en Marx es idéntica con) esta última; y por otro, por la TNC, formalizada al estilo de la primera. Las relaciones y diferencias son muy complejas pero la distinción se manifestó en denominaciones diferentes (más claro en inglés) economics vs political economy, la primera (empírico analítica), centrada en la asignación de recursos escasos y la segunda (critica) en la acumulación de capital y su relación con la distribución[14]
La relevancia de esta discusión radica en que el reconocimiento de otras tendencias diferente a la teoría NC que inspira (pero no implica) la postura neoliberal en política económica, implica dos cosas que ella oculta en su visión de un proceso de crecimiento armónico y estable: éste está plagado de crisis y de conflictos inherentes al crecimiento capitalista; y los mercados no ajustan en la forma que esa teoría supone. Estas fallas son tan abundantes y ubicuas, y los supuestos de su exclusión para la mostración de los teoremas de optimalidad paretiana[15] tan heroicos, que el fundamento teórico del neoliberalismo resulta en extremo precario; siendo que las fallas de mercado a compensar regulatoriamente (por externalidades, bienes públicos, mercados imperfectos por rendimientos crecientes, economías de coordinación y complementariedades) son estructurales al proceso de crecimiento. Por otra parte, la formación de los economistas en modelos basados en los supuestos heroicos del equilibrio general, en los cuales los ajustes tienen lugar en respuesta a los cambios en precios en forma fluida sin rigideces ni conflictos, explica que decisiones de política económica se tomen sobre la base de una macro de planeador según la cual la economía fluye suavemente controlada por los movimientos de los precios macroeconómicos y se ajusta como si los niveles mezzo (instituciones) y micro (empresas) pudieran hacerlo en forma igualmente fluida sin enfrentar las rigideces y asimetrías excluidas por esos supuestos de esos modelos.
Una ilustración del papel tecnocrático de la economía neoclásica aplicada neoliberalmente fue el intento de diseñar la transición post-socialista por terapia de choque en la ex Unión Soviética, la cual muestra la orientación de la economía neoclásica como base “científica” de la ingeniería social neoliberal, un fracaso monumental que muestra las limitaciones de tal enfoque tecnocrático para lidiar con problemas sociales. Como es ilustrativo su contraste con el pragmatismo/incrementalismo de la transición china a una economía de mercado, el cual ha sido destacado por Stiglitz argumentando que mientras en este último caso el esfuerzo de construcción de una economía capitalista enfatizó en instituciones (considerándola como una realidad social), en el primero enfatizó en incentivos (acorde con el enfoque reduccionista tecnocrático NC del FMI y el BM).
- La tecnocratizacion reduccionista de la política: ¿más allá de izquierda vs derecha?
Se argumenta mucho ahora que izquierda y derecha son categorías ya irrelevantes pues lo que cuenta son soluciones tecnocráticas a problemas específicos, lo criticado por la EF como engendrador de autoritarismos; contrapartida de los ejercicios de optimización sin consideraciones distributivas en economía. Este problema está relacionado con las tensiones socialdemocracia-neoliberalismo-populismo como alternativas pues obviamente la postura neoliberal está ligada al reduccionismo económico mientras que la socialdemócrata involucra un control democrático de los mercados para lograr un crecimiento inclusivo.
Aterrizando la discusión a la coyuntura política nacional, hay cuatro aspectos que destacan la relevancia de la definición política por la socialdemocracia o el neoliberalismo combinado con populismo de ultraderecha[16] en Colombia en la coyuntura actual:
- Intervención y equidad: una postura socialdemócrata propulsa por regular los mercados en forma de maximizar beneficios sociales, particularmente la inclusión, y minimizar costos sociales, así como disminuir asimetrías; lo cual tiene implicaciones en todos los terrenos (ambiental/energético, financiero/tecnológico). Así como por una estructura impuestos (progresiva) y de gasto (social) que en vez de agudizar la inequidad la alivie. No se trata de la cacareada critica izquierdista al neoliberalismo como culpable de todos los males; pero la crítica socialdemócrata al neoliberalismo, en la dirección del control democrático de los mercados para el crecimiento y la equidad combinándolos, es fundamental[17]. No es cierto que las fallas de mercado a compensar regulatoriamente (por externalidades, bienes públicos, mercados imperfectos por rendimientos crecientes, economías de coordinación y complementariedades) son despreciables, y debe confiarse en el mercado esperando que la solución de éste emerja en vez de regular.
- Corrupción y narcoparamilitarismo: Este no solo ha corrompido los aparatos de seguridad y de justicia, sino que ha logrado erosionar nuestros precarios democracia y estado de derecho. Y una corrupción de funcionarios y congresistas epidémica en algunas regiones (¡Char y Arias presidentes de las cámaras!) ha sido blindada por la cooptación de las entidades de control, un desmoronamiento ético reflejado en acrobacias de fiscales y procuradores. Dado que la mayoría de esos núcleos de corrupción están el CD de Uribe y el CR de Char, ¿hace en tales condiciones sentido ético y político el balance conciliatorio del centro entre el CD y el progresismo que indiferente a la rampante impunidad de líderes políticos pretende mediar con lo indefendible?[18]
- Democracia viva o su acta de defunción: El ataque a la democracia y al estado de derecho imbricado en el copamiento de las ramas del estado por dichos narcoparamilitarismo y corrupción está siendo completado con la cooptación política de los aparatos de seguridad, de justicia y de control, los cuales implementan y se hacen cómplices de violaciones de derechos de los ciudadanos, a un nivel sin precedentes incluso en restringida y precaria democracia colombiana. Acá también izquierda y derecha parten filas, la primera como oposición al autoritarismo uribista que es apoyado por una coalición de partidos y grupos de derecha.
- Acuerdo y JEP: Así como frente al anterior aspecto, las posiciones frente a estos están totalmente definidas, lo están entre a favor del proceso de paz (para instaurarla en Colombia) o en contra de él (para hacerlo trizas). O se va a proteger la JEP y los demás componentes del acuerdo o se va a seguir torpedeándolos y saboteándolos, no hay caminos medios.
La posición del centro argumenta evitar los extremos, que por confrontacionales puedan conducir a formas de hacer política, irrespetuosas, agresivas, e incluso violentas. Pero la tolerancia no debe confundirse con conciliacionismo que evite definiciones claras en contra de todos esos vicios políticos, en aras de una unidad nacional contaminada por mistificaciones de carácter nacionalista, una ideología reaccionaria típica de los populismos caudillistas como el Uribismo.
A modo de conclusión: tanto en economía como en política, los reduccionismos mencionados adoptan una perspectiva unidimensional para después postularla como la universalmente valida. Hasta dónde pueden llegar los costos de esto es ilustrado por el fracaso americano en Afganistán (como en Irak) como resultado de, acorde con la ideología de la modernización, intentar trasplantar las instituciones de la democracia americana sin consideración adecuada del más amplio contexto social y cultural (religioso, tribal)[19].
________
[1] La EF hace parte del marxismo critico (incluso del dogma marxista al cual confronta con la evolución del capitalismo) anti-stalinista que se desarrolló en Europa a partir de la internacional socialista de 1889. Integró la gran tradición continental de Kant a Lukács, pasando por Hegel, Weber y Freud. Se destacan Adorno, Horckheimer, Marcuse y Habermas, quienes produjeron sus ideas entre el ascenso del nazismo y el auge del neoliberalismo, con la adición de Fromm quien más avanzó en la combinación de las críticas de Marx y de Freud también característica de la EF.
[2] Desde Kant la razón investiga su propia racionalidad, critica concretada socio-históricamente por Hegel, lo cual en Marx es materializado en las relaciones económicas continuando la crítica de este último a la deformación ideológica de la realidad.
[3] Este dogma escatológico de la inevitabilidad llevó en los movimientos revolucionarios a la subestimación del poder del capitalismo americano que costó la vida al Che y a Camilo.
[4] Hacia el estado de bienestar y el manejo keynesiano del ciclo económico.
[5] Extendiéndose a la visión de Foucault sobre el neoliberalismo
[6] Weber analiza la racionalización con la modernización. En su análisis de la razón instrumental advierte que una revolución conducirá a peores formas de burocratismo.
[7] Reducción de las relaciones humanas a relaciones entre cosas, como la mercancía fuerza de trabajo como forma abstracta del trabajador en la racionalidad económica reificadora, lo que sustenta la orientación técnica de toda práctica social empezando por la científica
[8] Este es uno de los temas de la EF en cuya teoría critica la tecnología tiene un status ambiguo como una de los beneficios de la modernidad a la vez que como uno de los elementos de la razón instrumental con su énfasis en objetivación y eficiencia. Al respecto las posiciones de Marcuse y de Habermas son ilustrativas. El primero destaca su determinación sociopolítica y su role funcional (no autónomo) como parte de los aparatos de poder que enajenan en el consumismo y la búsqueda del éxito. Y el segundo mirándola como un beneficio de la modernidad cuyo problema no está en su abundancia o nuestra dependencia de ella (la forma natural histórica de la tarea de satisfacer nuestras necesidades) sino la forma en que usamos para interactuar en forma restringida a este trabajo.
[9] La razón se derrumba en la irracionalidad en sus preocupaciones instrumentales; interesada sólo en determinar los medios para una meta, sin razonar sobre el fin, formalismo en que la calculabilidad es asimilada a la utilidad
[10] Determina su objeto, categorías y procedimientos metodológicos
[11] Habermas contrasta el conocimiento critico dialectico especifico de las ciencias sociales que sintetiza el hermenéutico histórico y el empírico analítico, con este último propio de las ciencias naturales, el cual es técnicamente utilizable pero muy restrictivo en las ciencias sociales pues a diferencia del primero no reconoce su propio interés constitutivo ni considera la totalidad social.
[12] Desde Newton varias disciplinas seguirán el modelo de la física proponiendo modelos y abandonando la pretensión de explicar en el sentido causal y la física moderna reconoce su ignorancia frente a porciones enormes de la realidad del universo. Los economistas neoclásicos en cambio formalizan relaciones causales, considerando que lo no explicado por sus modelos no existe.
[13] Como lo afirma LG Vélez
[14] Esta es una relación muy compleja que se ve complicada por el surgimiento de un nuevo enfoque en economía política que aplica los métodos de la escogencia racional de la TNC a los problemas de relaciones entre agentes, gubernamentales y privados, involucradas en el diseño e implementación de políticas.
[15] Del equilibrio competitivo en términos del bienestar de la sociedad en teoremas debidos a Pareto.
[16] No es cierto en absoluto que las opciones estén limitadas al populismo y al neoliberalismo o que para no caer en el populismo haya que ser neoliberal.
[17] Como lo es la crítica al populismo: son extremos frente al mercado, el primero deificándolo como panacea para todos los problemas sociales y el segundo estigmatizándolo como causante de estos.
[18] No caben pues balances como el de Fajardo ‘porque Colombia siempre ha sido corrupta’.
[19] Mucho avanzó Afganistán en las dos décadas en que mantuvieron al fundamentalismo islámico de los Talibanes fuera del poder, pero esos esfuerzos no llegaron al campo, donde siguió primando el apoyo tribal a ellos.
Ricardo Chica
Foto tomada de: eestatic.com
Deja un comentario