La RAP es un esquema de Asociación Territorial, EAT, de escala supra departamental, conformado por dos o más departamentos que tengan continuidad geográfica y proximidad que se juntan para promover el desarrollo económico y social, la inversión y la competitividad regional y resultan definitivas para construir un país que reconozca la diversidad de sus localidades, subregiones y macro regiones como estrategia para extender las oportunidades de desarrollo, profundizar la democracia y masificar el bienestar. La sufrida y desperdiciada, en sus potencialidades, eco región de la Mojana, cumple todos los estándares para conformarse como una Región Administrativa y de Planificación distinta e independiente de la RAP Caribe.
Por qué una RAP en la Mojana
La región de agua y de magia de La Mojana se encuentra en la región Caribe, delimitada geográficamente por el rio Cauca al oriente, el rio San Jorge y la Ciénaga de Ayapel al occidente, el brazo de loba (rio Magdalena) al nororiente y la Serranía de Ayapel al sur, y abarca once municipios: Nechí (Antioquia); Magangué, San Jacinto del Cauca, y Achí (Bolívar); San Marcos, Guaranda, Majagual, Sucre, Caimito, y San Benito Abad (Sucre) y Ayapel (Córdoba) en su núcleo central. La región es parte de la Depresión Momposina, una amplia área que por recibir escorrentía de los valles interandinos se comporta como un delta aluvial interior de tierra baja e inundable-La Mojana discurre en una topografía plana, con una leve y casi imperceptible inclinación de 115 kilómetros hacia el sur con cerca de 36 msnm y una inferior de cerca de 16 msnm hacia el norte-de variada intensidad durante ciertas épocas del año. (DNP-FAO 2003)
A la Mojana concurren seis cuencas hidrográficas: 1) El Bajo Nechí, 2) Directos al Cauca, entre Puerto Valdivia y Río Nechí. 3) Directos al Bajo Nechí. 4) Directos Bajo Cauca-Ciénaga de la Raya. 5) Directos Bajo Magdalena entre el Banco y Plato. 6) Bajo San Jorge que explican la Mojana ampliada que la conforman Caucasia, Tarazá, Cáceres, El Bagre, Zaragoza, en el Bajo Cauca antioqueño; Puerto Libertador, Montelíbano, Buenavista, La Apartada, Pueblo Nuevo, en Córdoba; La Unión, El Roble, Galeras, en Sucre; y Pinillos, Altos del Rosario, Tiquisio en Bolívar (DNP-PNUD, 2008) para un total de 28 municipios, entre los que se da un intenso intercambio cultural y comercial.
La Mojana cubre 1.086.926 hectáreas y sobre su territorio se tejen una serie de ciénagas y humedales que constituyen el 9 % de los treinta millones de hectáreas del sistema de humedales del territorio nacional, formando una región de agua, un ecosistema vital. Su base ecológica y su universo acuífero es muy importante en el mundo de hoy amenazado por el cambio climático acelerado en la era de la ebullición y la crisis del agua en el mundo y en Colombia. La Mojana es estratégica para el país.
La Mojana hace parte de la RAP Caribe que se instauró en 2007, pero, en estricto sentido, La Mojana está distante de sus prioridades. La RAP Caribe la conforman todos los departamentos costeños, la mayoría de los cuales no tiene interés real en La Mojana, ni comparten vecindades, ni geografía, ni economía. Barranquilla, Cartagena y Santa Marta son diametralmente distintas y retiradas de Guaranda, Nechí, Majagual, Sucre, Sucre o Achí. Riohacha y su economía carbonífera, con el Cesar, son diametralmente opuestas a la región de agua de La Mojana y a los servicios ecosistémicos que presta. Cartagena, con la mejor intención que tengan sus gobernantes, le es bastante trasmano atender con eficiencia los requerimientos y urgencias de sus pobladores en el sur de Bolívar. Lo mismo puede decirse de Sincelejo con respecto a Guaranda, Majagual, Sucre, Sucre.
Por estas circunstancias convergentes y por sus realidades geográficas y ambientales, los cuatro departamentos y los 28 municipios que la integran, a los que podrían sumarse municipios del Bajo Cauca antioqueño como Caucasia, Zaragoza, el Bagre, configurar una RAP podría ahorrar esfuerzos, articular acciones y coordinar mejor las políticas que enfrenten los factores desestabilizadores que afectan la eco región como la minería ilegal, el narcotráfico. Igual que hacer inversiones con sentido de región y de convergencia que permita organizar racionalmente el territorio alrededor del agua. La RAP no rompe con los departamentos. Puede ser su brazo extendido.
La desarticulación institucional en La Mojana
Una de las causas por la que las inversiones en la Mojana, a lo largo de décadas, no sean eficientes y no hayan contribuido a mejorar las condiciones de vida de la población es el desorden territorial que la caracteriza, pues como ya se ha dicho, allí concurren cuatro departamentos, 28 municipios, además de cuatro corporaciones regionales, 23 instancias interinstitucionales estatales que deciden sobre la Mojana. (Conpes 8046). Por ello, es de la mayor importancia, lograr articular las decisiones y la intervención en el territorio. Resultado de estas debilidades no se cuenta con procesos ni con el registro de asociatividad territorial para impulsar proyectos de impacto regional. No contar con una herramienta de coordinación y articulación dificulta que las intervenciones, que han sido cuantiosas, redunden en la mejora de las condiciones de vida de sus, más o menos, 500.000 habitantes.
La eco región de la Mojana tiene una cultura común-la cultura anfibia y la magia de Macondo-igual que un pasado relativamente próspero basado en su fantástica riqueza hídrica, con un enorme potencial agropecuario desaprovechado por el deterioro ambiental, la concentración de la tierra, la ganadería extensiva y un muy deficiente ordenamiento territorial agravado por la falta de Estado, la preeminencia de la minería ilegal, la presencia de cultivos ilícitos y los ejércitos irregulares que origina esta actividad. La Mojana se ha convertido en un microcosmos del país, reflejando los conflictos ambientales, sociales y económicos de la Colombia contemporánea. La Mojana es un problema de la cuenca Magdalena-Cauca y su pronunciado deterioro ambiental. La Mojana es un problema nacional.
La dispersión de esfuerzos entre diversas instancias del Estado ha obstaculizado una solución definitiva para La Mojana. Esta es una región con un potencial agrícola considerable, pero la costumbre malsana de drenar humedales y modificar cuerpos de agua para dar paso a actividades productivas ajenas al entorno han hecho que el agua, antes un recurso valioso, se convierta en un factor de riesgo.
Sin resolver los problemas conexos como la minería ilegal en el Bajo Cauca y el Nordeste antioqueño; los cultivos ilícitos, la necesidad imperiosa de recuperar el monopolio de las armas y el deterioro de la cuenca Magdalena-Cauca, donde vive el 80% de la población y se genera el 80% del PIB, los problemas de La Mojana persistirán. La pobreza multidimensional supera el promedio nacional en un 42%, y el índice de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) es del 46%. La cobertura de acueducto y alcantarillado es baja, incrementando la vulnerabilidad de las comunidades. La construcción de jarillones de forma inadecuada para desecar tierras han reducido la capacidad del ecosistema para mitigar inundaciones, intensificando la vulnerabilidad de la región frente a las lluvias estacionales.
La región necesita soluciones estructurales que reconozcan la importancia del uso sostenible del suelo y la restauración de sus ecosistemas hídricos para enfrentar el futuro con resiliencia. Esta región es fundamental para el equilibrio ecológico de Colombia, pero su capacidad de regulación hídrica y su potencial agropecuario se ven disminuidos debido a las presiones ejercidas sobre el medio ambiente. La necesidad de una intervención coordinada y centralizada en La Mojana es evidente, pues solo una gestión integral de sus recursos permitirá mitigar los daños ambientales, sociales y económicos acumulados. La conformación de una RAP para la eco región puede ayudar a mitigar los efectos perversos de la desarticulación regional.
Las continuas divergencias sobre lo que hay que hacer en la Mojana, en concreto, si se cierra o no Cara de Gato, ha llevado a divergencias entre el gobierno nacional y la dirigencia regional lo que se ha traducido en que los gobiernos departamentales de Sucre, Córdoba, Antioquia y Bolívar hayan emprendido acciones en conjunto para resolver el problema, en la práctica, acciones que implican actuar coordinadamente como una RAP de hecho. La reforma al sistema General de Participación, aunado a la aplicación efectiva del catastro multipropósito puede, en el mediano plazo, otorgarles fuelle financiero a los municipios de la eco región y facilitar acciones conjuntas que redunden en beneficio de la eco región y de sus gentes.
Fernando Guerra Rincón
Foto tomada de: Instituto Humboldt
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