En octubre 2022, se fue delineando el encuentro presidencial luego de que Maduro invitara a Caracas al mandatario colombiano, quien el 27, desde Cúcuta, le pidió: “Fortalezcamos el Sistema Interamericano de Derechos Humanos para que no haya persecución política en América del Sur, para que la democracia se pueda profundizar, para que la libertad sea el sinónimo del cambio político, para que las diversas expresiones de Suramérica se puedan encontrar, se puedan integrar”[1]. Conviene señalar que Human Rights Watch le había pedido a Petro aprovechar el restablecimiento de relaciones para impulsar el respeto a los derechos humanos en Venezuela. Y el 31, desde la presidencia se anunció que, “para impulsar la economía de la región y socializar su agenda a favor de los intereses del bloque latinoamericano”, Petro viajaba al día siguiente a Caracas, a hablar con Maduro sobre el reingreso de Venezuela al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, la relación bilateral, la reapertura de fronteras y temas medioambientales.
Reunión de presidentes de Colombia y Venezuela
El 1 de noviembre, en el palacio de Miraflores en Caracas se dio el encuentro presidencial de Petro y sus acompañantes -canciller, embajadores en Venezuela y en la OEA, jefe de gabinete-, con Maduro y su comitiva, -vicepresidenta, ministros de Relaciones Exteriores, Agricultura, Defensa y su embajador en Colombia. Luego de una hora de diálogo, realizaron una rueda de prensa conjunta, ahí y posteriormente, cada uno ha ido presentando su mirada de lo conversado.
Maduro dijo que hablaron sobre relaciones comerciales y económicas, nuevos pasos hacia la apertura total y segura de la frontera, lucha contra el narcotráfico, regreso de Venezuela a la Comunidad Andina, fortalecimiento de la comunidad de estados americanos y de la cooperación amazónica, formulación de posición común para la reunión de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 27).
Petro habló de la necesidad de reincorporación de Venezuela tanto al Sistema Interamericano de Derechos Humanos para crear espacios de paz, cooperación, equilibrio y mayor seguridad en la región; como a la Comunidad Andina CAN para reinstitucionalizar el intercambio comercial y los espacios fronterizos. Dijo, además, que sobre seguridad fronteriza hablaron de la creación y activación de mecanismos conjuntos para hacerle frente a las mafias y organizaciones criminales, y que estaba decepcionado de ver cómo, luego del mes de reapertura de “la frontera”, las trochas seguían abiertas. Los dos presidentes habrían hablado de la cooperación entre las empresas Monómeros -que Petro devolvió a Maduro luego de que Iván Duque se la entregara a Juan Guaidó- y Pequiven para la oferta de fertilizantes, que, como ha señalado Petro, el costo de su importación implica la subida de precios de alimentos en Colombia.
Según algunos medios de comunicación, Petro le habría propuesto a Maduro revivir la mesa de México y acordar allí que gobierno y oposición se darían garantías mutuas para las próximas elecciones presidenciales. La reanudación de la mesa para buscar una salida negociada a la crisis de Venezuela será tema crucial en la reunión de París que propicia Emmanuel Macron con los presidentes de Colombia, México, Chile y Argentina[2]. Y según la declaración firmada por ambos mandatarios, habrían acordado crear y/o activar mecanismos conjuntos de seguridad fronteriza, espacios de concertación y diálogo binacional.
Así, el encuentro y la declaración sobre la reunión presidencial, de cierta forma, posibilitan abrir una ruta que exigiría no sólo “normalizar” sino reconstruir la relación binacional, proceso que no es fácil, pero al menos ambos gobiernos reconocen que la crucial revitalización de las zonas frontera requiere de trabajo institucional conjunto. Clave es la insistencia, en particular de Petro, en la necesidad de sustentar la relación en la democracia y el respeto a los derechos humanos, que deben regir el comportamiento de ambos gobiernos; así su estrategia no estaría montada sobre proximidad personal o ideológica sino basada en principios. Hay también cierto pragmatismo que se ve reflejado en asumir la posibilidad que el tránsito hacia la democracia en Venezuela empiece a ocurrir con Maduro en el poder, que el chavismo es una fuerza política que debe competir limpiamente en lo electoral y, desde el gobierno, debe garantizar la participación política de todos los sectores venezolanos, respetando la alternancia[3]. El gobierno de Estados Unidos y el secretario de Naciones Unidas celebraron el diálogo abierto entre los gobiernos de Petro y Maduro, al considerarlo bueno para resolver la crisis humanitaria en Venezuela[4]. Importante para los dos países es el anuncio de un gran evento empresarial en diciembre próximo, convocado por ambos gobiernos y por la Corporación Andina de Fomento, que reforzaría las posibilidades de reactivación económica fronteriza y binacional a partir de 2023.
Urgencias y asuntos claves pendientes
Pasos informales de un país al otro por el desierto, las montañas, los llanos, los ríos, la selva, han existido siempre, más aún cuando Colombia y Venezuela comparten poblaciones binacionales, empezando por las comunidades indígenas transfronterizas, y dado que cada país ha sido el principal destino migratorio del otro. El cierre intermitente de pasos fronterizos formales, que lleva siete años, obligó a poblaciones y comercio de ambos lados que necesitan pasar al otro país, a hacerlo por esas trochas. Ese aumento de circulación por pasos informales, la ausencia de los Estados, sus tensiones y rupturas de relaciones institucionales bilaterales, aumentaron la presencia en esas trochas de grupos criminales que impusieron su control con violencia: extorsionan, tratan de cooptar hasta niños, abusar sexualmente de mujeres, y desplegar todo tipo de actividad delictiva, contrabandos, tráfico de drogas, armas y personas, y hay denuncias de que compran la complicidad de autoridades de uno y otro lado con su acción irregular[5].
El presidente Petro dijo la última semana de octubre en Cúcuta, que la correcta reactivación económica se ha visto torpedeada por mafias que ocupan la frontera, que sólo ha habido intercambio de productos por US2,5 millones desde que la zona fue reabierta; que funcionarios de ambos lados cobran comisiones por el paso por las trochas de productos y vehículos de carga y le ordenó a su ministro de Comercio, Industria y Turismo tomar medidas para acabar esas trochas. Pero, en realidad, es imposible cerrar el desierto, las montañas, los llanos, los ríos o la selva. Lo que urge es el trabajo conjunto entre ambos países, empezando por la acción coordinada entre las fuerzas de seguridad para impedir la acción de esos grupos irregulares y buscar su liquidación.
Urge la completa apertura de los pasos fronterizos formales para el flujo vehicular poblacional y comercial por todos los puentes entre los dos países. Como señala el coordinador en Venezuela del Observatorio de Violencia de FundaRedes, no hay evidencia de cambios positivos. Con la apertura fronteriza limitada, las autoridades dejan circular camiones unas pocas horas diarias por el puente internacional Simón Bolívar. Esto hace que población y comercio tengan que seguir usando más de 400 trochas a lo largo de toda la frontera, al menos 250 en el ámbito fronterizo más poblado y articulado, entre el Táchira y Norte de Santander[6]. Siguen sin funcionar muchos pasos formales. El puente Tienditas, por ejemplo, espera su readecuación para que pueda funcionar, pues ni se ha inaugurado y ya lo deterioró el bloqueo al que fue sometido cuando desde Caracas ordenaron “cierre de fronteras”.
En el encuentro de Caracas los presidentes no hablaron o no hicieron referencia pública a asuntos claves como la migración. Aunque Petro había mencionado antes de reunirse con Maduro que tratarían el tema de los venezolanos en Colombia y los colombianos en Venezuela, no hubo pronunciamiento al respecto, salvo el acuerdo de designar funcionarios consulares de los dos países[7].
Tampoco hicieron referencia a la necesidad de la acción conjunta para lograr que el ELN, que actúa a ambos lados, asuma la negociación para terminar su “resistencia armada” y se comprometa con la construcción de paz. Más aún cuando el 11 de septiembre 2022, Petro le pidió a Maduro que Venezuela sea garante -lo había sido en las conversaciones en Quito y en La Habana de 2017 a 2018- de la negociación que ha anunciado reviviría en noviembre retomando lo avanzado, y Maduro aceptó asumir ese papel. En Colombia y en Venezuela se ha señalado, entre otras cosas que, dado que el ELN se ha convertido en guerrilla binacional, a ambos lados les conviene el fin de la acción armada de ese grupo. Como actúa en algunas regiones venezolanas en favor del régimen -por ejemplo, en el Arco Minero del Orinoco[8] donde el gobierno venezolano autorizó desde 2015, la explotación de oro, coltán, tierras raras, con graves daños ambientales y sociales a la población indígena-, Maduro tendría no sólo que ser garante sino comprometerse a ayudar a que el ELN ponga fin a su acción armada en los dos países.
Resulta crucial que el nuevo periodo de las relaciones dependa de un genuino interés bilateral más que de las necesidades de los actuales mandatarios y que no se reduzca a relaciones entre los gobiernos centrales. Esto implica que se pongan en marcha los mecanismos institucionales que, cuando han funcionado, estimulan una fluida relación interestatal, comercial, ciudadana y fronteriza[9]. Y para que el proceso abierto reconstruya la relación binacional, es también crucial la participación y el compromiso efectivo de los gobiernos nacionales, estaduales/departamentales y locales, de las fuerzas militares y policiales, de las autoridades de migración y aduanas, de los gremios y empresarios, de las redes ciudadanas de ambos países, así como de las poblaciones en los territorios fronterizos.
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[1] https://www.infobae.com/america/agencias/2022/10/27/petro-pide-a-maduro-que-venezuela-regrese-al-sistema-interamericano-de-ddhh/
[2] https://caracol.com.co/2022/11/06/gustavo-petro-propuso-a-maduro-elecciones-en-venezuela-con-garantias/
[3] https://cambiocolombia.com/opinion/puntos-de-vista/primera-cumbre-colombo-venezolana-saldo-positivo
[4] https://efectococuyo.com/internacionales/estados-unidos-reacciona-a-la-reunion-entre-petro-y-maduro/
[5] https://www.laopinion.com.co/columnistas/cierren-las-trochas
[6] “Aa. https://www.elnacional.com/venezuela/fundaredes-contabilizo-mas-de-400-trochas-en-frontera-entre-colombia-y-venezuela/
[7]https://www.lasillavacia.com/historias/historias-silla-llena/7-claves-para-entender-la-esperada-reunion-entre-petro-y-maduro/
[8] https://www.elnacional.com/opinion/lo-que-no-dice-nicolas-maduro-sobre-el-arco-minero-del-orinoco-en-la-cop27/
[9] https://razonpublica.com/recuperando-la-relacion-venezuela/
Socorro Ramírez
Foto tomada de: https://www.radionacional.co/
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