- Reitera que su bandera política es oponerse al proyecto socialista. Cínica y falsamente relaciona este proyecto con el narco terrorismo con el fin de presentarlo como socio de esta actividad delictiva que, como muestra la historia. ha tenido cercanía con los partidos tradicionales y especialmente con el Centro Democrático.
- Identifica a dicho proyecto socialista con las experiencias de Venezuela y Nicaragua y propone alternativas al riesgo socialista mediante iniciativas de progreso social y económico.
- Destaca como acciones socialistas las confiscaciones, los impuestos y restricciones asfixiantes que inhiben la creatividad. A esto responde proponiendo más seguridad, más empresas que ofrezcan más oportunidades, más cohesión social, más educación, más emprendimiento y más remuneración. Solo le faltó la confianza inversionista.
- Atribuye al socialismo el odio de clases y le propone una “economía fraterna”.
En muy pocas frases fija un enemigo, el socialismo, lo asocia al narco terrorismo, con lo cual lo degrada al nivel del Centro Democrático, lo tilda de fracaso y lo caricaturiza como promotor del odio de clases. En muy breve texto dice varias mentiras, muy eficaces para su proyecto político.
En Colombia no existe actualmente un proyecto socialista. Salvo el partido comunista y el partido socialista de los trabajadores, organizaciones marginales en la vida política colombiana, ningún otro propone avanzar hacia una sociedad socialista. Los movimientos de izquierda dentro del capitalismo rechazan el socialismo lo mismo que la gran mayoría de los intelectuales que, aunque nunca han leído El Capital, decretan su anacronismo. Petro y Robledo, quizá los líderes más importantes de la izquierda compiten fuertemente para demostrar cual tiene una devoción más sincera a la religión capitalista.
Los proyectos de “izquierda” existentes buscan orientar la acción del Estado a favor de los trabajadores, especialmente de menores ingresos, el cuidado del ambiente y el respeto a los derechos de ciertos grupos. Y en este sentido no son del agrado de sectores capitalistas y terratenientes representados principalmente por el Centro Democrático, que tiende a catalogar de “socialismo” la intervención del Estado capitalista con políticas redistributivas y tributarias, o la prestación de servicios públicos de salud. Igual que en Estados Unidos, donde la extrema derecha califica a Bernie Sanders de socialista y comunista, la derecha colombiana llega al ridículo de calificar de socialista a Petro e incluso de castro chavista a un destacado exponente de la oligarquía capitalista como Juan Manuel Santos.
A esta confusión contribuye el hecho de que en Venezuela se ha promovido un “socialismo del siglo XXI”, que realmente tampoco ha sido socialismo. El socialismo consiste en la eliminación del trabajo asalariado y de la propiedad capitalista de los medios de producción. Lo dice incluso el diccionario de la academia de la lengua, aunque no sea completamente preciso: “Sistema de organización social y económica basado en la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción y distribución de los bienes”
Pero las ideas de Uribe caen en terreno abonado. La mayoría de la población colombiana incluyendo gran parte de la clase trabajadora, rechaza, aunque no lo conozca, no solo el remedo de socialismo venezolano, sino el socialismo soviético y cubano. Evidentemente la experiencia del socialismo real da pie para temores y prevenciones, pero no se hace un balance a fondo de su historia y relevancia. Por tanto, la bandera contra el socialismo es muy conveniente para el Centro Democrático por cuanto es un sentimiento y una postura política compartida por grandes masas de la población que, aunque carecen de propiedad sobre medios de producción o su propiedad personal es muy pobre y tienen además márgenes de libertad muy reducidos, sienten temor por la potencial pérdida de dichas precarias propiedades o la libertad.
¿Por qué el socialismo?
Como proyecto político el socialismo es una propuesta de superación del capitalismo. Este modo de producción se basa en una desigualdad fundamental entre los seres humanos dado que los divide en dos grandes clases: la clase de dueños del dinero y de los medios de producción y la clase que solo es propietaria de su fuerza de trabajo y se ve obligada a venderla a la otra clase. La gran mayoría de la población se ha convertido en una mercancía que debe vender para poder vivir. La clase capitalista vive a expensas de la clase asalariada y acumula y concentra riquezas mientras que la gran mayoría vive en la pobreza y la miseria. Esto no tiene solución de fondo dentro del capitalismo que es además un sistema no planificada donde se desperdician recursos. La propuesta socialista consiste en una sociedad donde no haya esta división en clases, donde todos los seres humanos sean propietarios de los medios de producción y donde la producción y la distribución se organicen en forma consciente y planificada y no esté sometida a la competencia destructiva.
La existencia de las clases la reconoce hasta Álvaro Uribe cuando se refiere al odio de clases del socialismo. El asunto de fondo no es de odio, es de una división objetiva entre clases una de las cuales vive a expensas de la otra. La propuesta política de Uribe es conservar el capitalismo, es decir, conservar la división en clases y realizar algunas acciones para compensar la precaria situación de la gran mayoría de trabajadores. Uribe habla de una “economía fraterna”, pero quiere mantener a un hermano en la pobreza y a otro en la riqueza, a uno como trabajador asalariado y a otro como capitalista, a uno como patrón y al otro como empleado. Uribe plantea un nuevo tipo de economía, la economía fraterna, que solo existe en su imaginación.
Es una fraternidad muy especial, una fraternidad basada en una odiosa división entre los seres humanos. Uribe hace muy bien su trabajo que consiste en mantener el sistema capitalista y convencer a los perjudicados por dicho sistema de que lo defiendan. Sin embargo, el problema de fondo no es Álvaro Uribe, el problema de fondo es que una gran cantidad de trabajadores piensa lo mismo que él.
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[1] https://www.infobae.com/america/colombia/2020/10/12/esta-es-la-declaracion-de-38-puntos-de-alvaro-uribe-tras-recuperar-su-libertad/
Alberto Maldonado Copello
Foto tomada de: https://www.eltiempo.com/
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