Entender la democracia actual significa: entender la democracia como una construcción socio-histórica, para poder entender la forma y el sentido en que nuestras sociedades van construyendo la gramática social de la democracia, nuestras realidades van más allá del modelo de la democracia liberal que se ha impuesto en el mundo como el modelo hegemónico y reconocer la deslegitimación de la democracia representativa, expresada en grandes cifras de abstencionismo, en una opinión ciudadana escéptica, la baja participación de la ciudadanía, que incluso no encuentra en los nuevos espacios de participación la posibilidad de incidencia real en las políticas públicas, la persistencia de la corrupción y el clientelismo que finalmente se consolida en un sentimiento generalizado de desinterés y desconfianza.
Construir y fortalecer la democracia significa entonces, ampliar el canon democrático más allá del modelo liberal, entender las nuevas experiencias que desde distintos países se han construido para ampliar la democracia, entender la democracia como procedimiento pero también como gramática social vinculada a la vida en permanente construcción y entender la democracia como un ejercicio colectivo del poder político sustentado en la argumentación de las diferentes opiniones (Santos, 2004).