- Que el modelo de salud como negocio a partir de la Ley 100/93 demostró su ineficiencia y que imprescindiblemente los recursos del Estado deben ir al fortalecimiento de la salud pública tanto en instalaciones como en dotación científica y vinculación laboral digna y estable para sus trabajadores;
- Que con la pandemia hizo crisis el modelo de desarrollo neoliberal;
- Que como pocas veces hoy se ha evidenciado el aporte vital de los campesinos productores de comida hacia donde se deben volcar todos los recursos públicos y ciudadanos para darle a los productores de fruver o bienes básicos de la dieta alimenticia diaria todo el apoyo y respeto;
- Que como nunca se ha reconocido la labor vital de los trabajadores del aseo, de los transportadores, de las tiendas de barrio, de los vigilantes quienes para la sociedad son más importantes que los banqueros;
- Que es urgente resolver los problemas de la contaminación ambiental;
- Que está quedando demostrado que los humanos son los más graves depredadores de la naturaleza, entre otras expresiones.
En fin la inmovilización de la ciudadanía ha permitido mostrar cuales son los sectores realmente vitales para la supervivencia de la población aún en momentos de crisis, sin embargo esta no es la percepción de los dueños del poder, del capital ni de los negocios cuya única perspectiva es la ganancia insaciable, inescrupulosa, hipócrita e irracional en momentos de bonanza y aún más de crisis, aún a costa de sus pares empresarios más débiles como está sucediendo hoy con las grandes cadenas de distribución de comida que han monopolizando el negocio de las ofertas estatales.
Se ha evidenciado que desde los bancos y grandes grupos económicos con la incondicionalidad del Gobierno han aprovechado la emergencia para acrecentar infinitamente sus ganancias, con quienes construye sus políticas, estrategias y programas mientras que no escucha a campesinos, trabajadores, comunales, ambulantes, ni indígenas entre otros sectores populares.
El gran capital no cede voluntariamente sus privilegios
Ha quedado demostrado que el gran capital empresarial y financiero no va a ceder en sus privilegios por lo que es necesario que los actores sociales, políticos alternativos y de un auténtico empresariado nacional tengamos la capacidad de generar esas profundas corrientes de cambio centrado en la razón frente al salvajismo del capital, lo democrático sobre las dictadura, la vida sobre la muerte, la paz y convivencia sobre la violencia; la familia y la comunidad sobre la desintegración de la sociedad; medios de comunicación masiva que estimulan los valores versus los actuales que los desintegran; el trabajo sobre el capital; el capital productivo sobre el capital especulativo; el agua, la vida, la biodiversidad, ambiente sobre la minero energía irracional y la destrucción de la naturaleza; la tierra para el trabajo del campesino, la soberanía alimentaria y la producción para el consumo nacional sobre la ganadería extensiva y la agroindustria para el mercado internacional; la redistribución de población en el territorio a partir de anillos ambientales, de suministro de aguas, de desecho tratado de aguas servidas y residuos, de empleo y servicios dignos frente a las grandes urbes sin estas posibilidades de futuro; relaciones internacionales en el marco del respeto por la autodeterminación de los pueblos; de una banca estatal al servicio del sector productivo del campo y de la ciudad versus la banca especulativa; plena garantía de servicios vitales y una renta básica para toda la población; sustitución de cultivos de uso ilícito en concertación con los campesinos versus su expulsión de sus territorios con la fuerza pública y la fumigación; régimen tributario progresista y progresivo versus régimen regresivo; plenas garantías laborales para los trabajadores con vinculación permanente y todos sus derechos, versus la intermediación laboral y la contratación temporal o a destajo; sistema pensional de prima media y garantizado por el Estado o por lo menos garantía de ingresos de supervivencia para toda la población; plenas garantías para el ejercicio de los derechos versus asesinato de dirigentes; la prohibición de recursos privados en las campañas y pleno acceso a todos los medios de todos los candidatos; la asignación de contratos públicos previa aprobación en asambleas ciudadanas de los eventuales beneficiarios como principal mecanismos contra la corrupción, en fin necesitamos avanzar hacia un verdadero Estado social de derecho como lo define la Constitución Política de Colombia, versus un Estado al servicio de los grandes poderes económicos como es en la realidad.
Pero para avanzar hacia este Estado Social y racional de derecho soñado, además de muchos y complejos temas políticos y democráticos, un tema imprescindible que se debe abordar en lo nacional e internacional es el papel del dinero que en sus diversas formas ha sido usado para la incontenible acumulación nacional e internacional de capital y el rol de la banca central, tema que planteo a manera de provocación a los expertos.
Una disquisición conveniente sobre el dinero
Antiguamente, cuando las familias o comunidades tenían resuelta su supervivencia y les quedaba un excedente, lo intercambiaban con otros bienes que necesitaban, es lo que se llama el trueque conocido desde seis mil años antes de Cristo, por ejemplo en la Mesopotamia y en casi todo el mundo, también practicado por nuestras comunidades indígenas especialmente productos de clima frío por de clima caliente
Luego, cuando aún no aparecía el dinero, la forma de acumular riqueza era principalmente la tierra y los granos de larga o mediana duración, excedentes que permitieron a los más habilidosos mantener un grupo armado y luego un ejército con el que fueron esclavizando a parte importante de su población y a los de otros pueblos vencidos en las guerras. Esta época de la esclavitud ha sido la más larga de la humanidad, se podría hablar de milenios, sin que se tenga un momento de inicio pues tuvo diferentes formas en el mundo y naciones y que solamente se presume su abolición en Estados Unidos en el año 1863, en Colombia en 1851.
En la medida en que evoluciona la humanidad el trueque va dando paso a medios de intercambio o dinero.
Hacia el año 600 antes de Cristo aparecen la plata, el oro y el cobre acuñados como medio de intercambio en Lidia (hoy Turquía) por la misma época también en China e India. Durante mucho tiempo fue la plata, pero luego por sus escases, reactividad con otros compuestos, maleabilidad y belleza se impuso el oro como gran medida de valor para el intercambio y reserva o ahorro.
En nuestra América prehispánica se conocieron varios medios de intercambio como granos de cacao, mantas de algodón y hachas de cobre Cascabeles de cobre, cuentas de piedras preciosas, conchas rojas, sal y cañas de plumas de ave rellenas con polvo de oro. Con la llegada de los españoles y portugueses poco a poco fueron introduciendo la moneda, pero es evidente que ante la importancia que había adquirido el oro en Europa y el resto del mundo como medida de valor, ese fue su principal objetivo para exterminar a parte fundamental de la población nativa.
El siguiente cuento de amplia circulación en redes y medios impresos ayuda a ilustrar la importancia del dinero como medio de intercambio y dinamizador de la economía productiva:
“Hace tiempo que la crisis viene azotando este lugar, todos los habitantes tienen deudas y viven a base de créditos.
Por fortuna, llega un ruso mafioso forrado de “plata” y entra en el único pequeño hotel del lugar. Pide una habitación. Pone un billete de 100 euros en la mesa de la recepcionista y se va a ver las habitaciones.
El jefe del hotel agarra el billete y sale corriendo a pagar sus deudas con el carnicero.
Éste toma el billete y corre a pagar su deuda con el criador de cerdos.
El criador de cerdos sale corriendo para pagar lo que le debe al molino proveedor de alimentos para animales.
El dueño del molino toma el billete al vuelo y corre a liquidar su deuda con María, la prostituta a la que hace tiempo que no le paga. En tiempos de crisis, hasta ella ofrece servicios a crédito.
La prostituta con el billete en mano sale para el pequeño hotel donde había traído a sus clientes las últimas veces y que todavía no había pagado y le entrega el billete al dueño del hotel.
En este momento baja el ruso, que acaba de echar un vistazo a las habitaciones, dice que no le convence ninguna, toma el billete y se va.
Nadie ha ganado un euro, pero ahora toda la ciudad vive sin deudas pendientes y mira el futuro… ¡¡¡ con confianza !!!”
A partir de 1870 los países más importantes del mundo vinculan sus reservas al oro, deciden hacer que la cantidad de dinero en circulación neta dependa de la cantidad de oro en sus reservas, por lo que cualquier persona podría cambiar sus monedas o billetes en circulación por la cantidad de oro que decía representar. Por eso apareció el sistema internacional llamado patrón oro internacional.
Pero el patrón oro estuvo en vigencia técnicamente hasta la Primera Guerra Mundial, dado que las presiones del conflicto sobre la economía hizo que todos los países europeos imprimieran más billetes que los que sus reservas de oro podían respaldar.
Los Acuerdos de Bretton Woods son el resultado de la conferencia monetaria y Financiera de las Naciones Unidas, que tuvo lugar entre el 1 y 22 de Julio de 1944 en Estados Unidos en donde se decidió la creación del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, usando el dólar estadounidense como moneda de referencia internacional bajo el compromiso de mantener el estándar de 35 dólares por onza de oro, lo que obligó a que los negocios de cualquier país con otro se hicieran en dólares debilitando las monedas o medios de intercambio nacionales. Estados Unidos impuso sus condiciones pues salió fortalecido de la Segunda Guerra Mundial en la que poco gastó ni destruyó su territorio, los europeos estaban destrozados por lo que se sometieron a sus condiciones. Por entonces los Estados Unidos con el 7% de la población del mundo, producía más del 50% del PIB mundial por lo que impuso sus reglas.
El acuerdo de Bretton Woods se rompió hacia 1971 cuando los Estados Unidos para financiar la guerra contra Vietnam imprimió miles de millones de dólares que no pudo respaldar con oro por lo que sus socios europeos le reclamaron.
A futuro los Estados Unidos han mantenido la supremacía del dólar por su poderío económico, militar y por un acuerdo que hizo con Arabia en 1974, entonces principal productor de petróleo del mundo para que todas las negociaciones del llamado oro negro, en el mercado mundial se hicieran con dólares, a cambio los Estados Unidos le daban toda la protección militar. Hoy el dólar estadounidense es el medio de intercambio mundial, sin embargo su único respaldo es el poder económico y militar de los Estados Unidos, lo que ha llevado a que su manipulación sea la principal forma de explotación y saqueo de los pueblos del mundo, por ejemplo para que un país cualquiera pueda acceder a cien dólares debe enviar productos con valor real de producción a los Estados Unidos, pero para ellos el máximo costo de la producción de los cien dólares es el papel y la impresión, algo así como dólares falsos sin respaldo real. El ejemplo más visible lo tenemos en estos días de la pandemia cuando el Gobierno de los Estados Unidos aprobó apoyos a millones de familias y los están dando en dólares recién fabricados con la firma del presidente Donald Trump, con lo que además está haciendo su campaña hacia su reelección. Para el caso de Colombia y medio mundo que dependen del dólar, el aumento de su precio e desastroso para la economía pues representa un aumento inmediato de la deuda externa que debe pagar en dólares, además que retrasa el desarrollo al elevar los precios de la maquinaria de importación y más grave aún su importamos parte de comida y de insumos y químicos para la agricultura.
En una década Colombia más que duplicó la deuda externa. En el año 2010 está sumaba 64.792 millones de dólares y a julio pasado alcanzó los 135.558 millones de dólares, representando el 42.7% del PIB. Cerca del 25% del presupuesto nacional hoy se gasta en el servicio de la deuda externa con alto porcentaje en pago de intereses.
Hoy se está rompiendo el monopolio del dólar como moneda universal pues China que le compra petróleo a los árabes le paga en su moneda, el Renminbi, cuya unidad básica es el Yuan, igual hace con otros países de los que importa petróleo y otros productos, con la garantía de que les convierte los yuan a su equivalente en oro cuando quieran, es decir les dice tranquilos que no se van a enmarañar con mi moneda, los pueden convertir en oro para sus reservas nacionales o para que negocien con otros países, además la fortaleza y variedad de la economía China está ganando creciente confianza en el mundo asiática y africano.
En estos momentos la tendencia de medio mundo es volver al patrón oro como respaldo a sus monedas.
Conclusión, el imperio del dólar está llegando a su fin, lo que es grave para la economía norteamericana pero más aún para nuestras economías que dependen de ella.
La pregunta para los sabios de la economía colombiana es cuantas reservas tenemos y cómo?. Se sabe que Colombia, antes de la Pandemia tenía cincuenta y dos mil millones de dólares en reservas, que son importantes, pero que se pueden ir al piso si no se actúa con realismo y compromiso nacional.
Lo más inteligente podría ser la reconvención de parte fundamental de esas reservas en oro, ante la creciente importancia que está retomando como medida de valor y si se quiere en plata y otros metales de seguro intercambio internacional. La pregunta fuerte es si los Estados Unidos nos permiten esa reconversión.
Colombia cuenta con solo 12,8 toneladas de oro en sus reservas internacionales. Es una vergüenza esta cantidad cuando anualmente el gran capital se lleva cerca de 55 que sin duda van a parar a los países más poderosos del mundo. En donde está el sentido patriótico de los gobernantes que sin escrúpulos siguen entregando a las multinacionales la explotación del oro, además a costa de destruir el ambiente, las aguas y la persecución y asesinato de los dirigentes sociales y políticos que se oponen?
Sobre reservas en oro miremos como está el mundo hoy: Estados Unidos guarda más de 8 mil toneladas de oro, que representan como el 75 % de sus divisas; Francia 2.436 toneladas; Rusia acumula 2.150,5; China 1.874,3, ; Suiza 1.040toneladas; Japón tiene 765,2; Países Bajos 612,5 que equivalen al 65.9 % de sus reservas; India 608,7; Banco Central Europeo (BCE) con 504; el FMI 2.814 toneladas; 2. Alemania 3.369,7 que representa el 70% de sus reservas; Colombia? da vergüenza con 12.8 toneladas siendo productor de oro.
Varios países asiáticos con China y Rusia a la cabeza avanzan hacia la creación de una moneda universal, lo que podría significar el derrumbe definitivo del dólar y con el de la economía norteamericana. Esta realidad económica universal tiene que ser un referente de nuestros países en la perspectiva de un nuevo orden económico internacional como se habla para la pos-pandemia en que prime, como hemos dicho la razón, la civilidad, el trabajo sobre el salvajismo del capital especulativo totalmente desvinculado de la producción, del desarrollo y del bienestar de los pueblos.
Al tocar este tema monetario de mucha importancia y sensibilidad, en la perspectiva de un nuevo orden económico nacional e internacional, también debemos decir algo con igual importancia sobre el Banco de la República.
LA FALSA AUTONOMIA DEL BANCO DE LA REPUBLICA
No está en discusión la necesidad de que el Estado tenga un banco central, de hecho el concepto de bancos centrales ha existido hace muchos miles de años atrás, como desde el siglo sexto antes de Cristo, por ejemplo en la antigua Babilonia, cuando ni siquiera existía el dinero como medida de valor, los bancos centrales eran depositarios de metales, granos y hasta de tierras y ganados considerados medios de intercambio.
Según el Artículo 371 de la Constitución Política de Colombia, “El Banco de la República ejercerá las funciones de banca central. Estará organizado como persona jurídica de derecho público, con autonomía administrativa, patrimonial y técnica, sujeto a un régimen legal propio.
Serán funciones básicas del Banco de la República: regular la moneda, los cambios internacionales y el crédito; emitir la moneda legal; administrar las reservas internacionales; ser prestamista de última instancia y banquero de los establecimientos de crédito; y servir como agente fiscal del Gobierno. Todas ellas se ejercerán en coordinación con la política económica general…. “
Lo que se debe evaluar y decidir con urgencia hoy en Colombia en medio de la crisis económica agravada por la Pandemia del COVID-19, que requiere decisiones que dinamicen la producción y circulación de la economía básica o primaria para la supervivencia de la población es primero, si el Banco de la República como está concebido y como funciona, ha contribuido al desarrollo de la economía productiva a la dinamización de la población en su creación de riqueza y si es vigente en la actual etapa y en segundo lugar si en realidad es independiente de los gobiernos y del sector financiero privado como proclaman sus defensores.
El manejo monetario dirigido por el banco de la República desde 1991, si bien ha mantenido niveles de inflación aceptables, por otro lado ha sido instrumento y facilitador para el crecimiento de la especulación financiera al punto que la banca privada lo usa como su instancia de apoyo, garantía y financiación de último nivel, pero hace muchos años las operaciones financieras virtuales en las bolsas de valores nacionales internacionales y en otras operaciones especulativas se escaparon a las posibilidades de control del Banco Central, realidad demostrada cuando se evidencia que del total de movimientos de valor o de dinero hoy, si así se le pudiera llamar a la rápida transferencia virtual de valores, más del noventa por ciento es de esta naturaleza y menos del diez por ciento de dinero físico o transable en la base social que llegue a las manos de la población para facilitar la circulación de bienes materiales de uso y consumo cotidiano, nivel básico o primario de la economía que debe ser fundamental en la actual etapa en que el centro debe ser la soberanía alimentaria y la supervivencia de la población.
Por cuanto una de las funciones que confirió la Constitución Política de 1991 al Banco de la República fue el control absoluto sobre la emisión de dinero físico o de circulante, el principal logro que sus defensores lo atribuyen al banco a partir de 1991 es el control de la inflación, sin embargo muchos de sus críticos como Libardo Sarmiento Anzola dicen que esa medida o restricción en la producción de circulante se ha mantenido a costa de un “lento crecimiento registrado del producto, el aumento del desempleo y la informalidad y la disminución de la industria y la agricultura en el PIB”.
No es desconocida la quiebra de la producción industrial, agropecuaria y financiera durante este período con lo que según cifras recientes del DANE, el 62.5 por ciento de los trabajadores en Colombia son trabajo informal. Es que ante la restricción en la emisión de dinero físico impuesta por el Banco de la República los productos y las mercancías de consumo regular de la población no llegan al consumidor por falta de circulante, lo que asfixia tanto al sector productivo como del comercio y al consumidor, con las consecuencias de desaceleración de la economía productiva y del trabajo, de hecho hoy vemos las tiendas y almacenes llenos de productos que la gente necesita pero no accede a ellos por falta de circulante.
Al contrario el sector financiero ha actúa con toda solvencia ante el libre funcionamiento del dinero virtual y especulativo, lo que les ha permitido niveles de acumulación de riqueza de poder como nunca antes. Algunos analistas hoy consideran que los recursos colocados en los bancos en medio de la emergencia, para apoyar al sector productivo en parte los han utilizado para la especulación financiera en las bolsas internaciones, tal como hacen las EPSs con los recursos de la salud que no llegan al sector.
Para que no exista inflación, lo más importante es que el circulante tenga un respaldo real en la producción de bienes de consumo, sin embargo lo que vemos hoy en medio de la pandemia son tiendas y supermercados abarrotados de comidas y productos sin que quienes los necesitan accedan a ellos por falta de circulante lo que afecta gravemente tanto al productor como al comercio.
El secreto es desatar este nudo absurdo en que nos tiene metidos el Banco Central, por lo que muchos sectores en especial sociales, populares y alternativos proponemos al Gobierno garantizar a cada familia un ingreso mínimo ya por su trabajo, como pensión o como apoyo de supervivencia. Una fórmula para tener ese circulante es la emisión o fabricación de dinero. Es evidente que estas políticas monetarias deben ir acompañadas de un plan de emergencia productiva en especial en los sectores básicos del campo y de la ciudad, primero como opción urgente para garantizar la soberanía alimentaria que alcance a subsanar en cinco meses el déficit de importación de comida que los países que nos venden no harán por efectos de la pandemia y en segundo lugar para que el impacto de una eventual emisión sobre la inflación sea mínimo ante un buen respaldo en la producción.
Lo anterior implica en primer lugar la distribución racional del circulante a través de la banca pública directamente al sector productivo, lejos de la especulación de la banca privada, apoyo a los sectores básicos con subsidio productivo, créditos baratos con períodos muertos, apoyo técnico y de comercialización superando la intermediación especulativa innecesaria, por cuanto el comercio especulativo tiene por objetivo obtener más dinero y no bienes de uso o consumo.
La emisión de circulante debe corresponder a las necesidades de circulación de la producción nacional y no a las variables de la banca especulativa nacional e internacional es la política que debe regir las decisiones económicas.
Varios analistas económicos han criticado la mal llamada autonomía o independencia del Banco central o de la República, por ejemplo:
- El Premio en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel Joseph Stiglitz también ha dicho: “Si se quiere una idea conservadora, antipolíticas y de preservación de intereses de minorías privilegiadas, no hay que buscar mucho. Se encuentra en la expuesta con la “independencia” del Banco Central“.
- “…….detrás del argumento de la independencia del banco central están los intereses privados del sector financiero, los que gestionan la política monetaria de los bancos centrales. Argumenta el economista mexicano Arturo Huerta González”
- “En un régimen de credibilidad, los banqueros centrales ni son electos por la gente ni son agentes gubernamentales. El público general no tiene poder sobre ellos dice Berman y McNamara”
“A pesar de los esfuerzos que ha realizado el Banco de la República por cumplir el objetivo de inflación y la coordinación macroeconómica, son muchas las críticas que ha recibido, porque si bien la inflación registra niveles de un dígito, los resultados en materia de PIB, empleo y tasa de cambio, entre otras, no han sido los esperados. Eduardo Sarmiento (2012) considera que los resultados en los últimos veinte años de funcionamiento del Banco de la República no han sido los mejores dado el lento crecimiento registrado del producto, el aumento del desempleo y la informalidad y la disminución de la industria y la agricultura en el PIB; asimismo, el autor estima que todos estos desaciertos se originaron en la teoría de la neutralidad del dinero que, si bien es cierto, tuvo prestigio y credibilidad en la década del ochenta operando en países desarrollados, pero que en los últimos diez años ha sido desacertada.” Libardo Sarmiento Anzola, Filósofo y magíster en Teoría Económica de la Universidad Nacional de Colombia, Economista de la Universidad La Gran Colombia. Docente universitario con amplia experiencia profesional en instituciones nacionales ha señalado:
“Políticas del Estado y de los gobiernos, terminan siendo instrumentos dóciles del sector financiero que se alimenta de la especulación, totalmente divorciado de los sectores económicos nacionales productivos que generan empleo, comida, bienes y servicios materiales y en general bienestar para toda la población. Ese poder a los bancos centrales para manejar autónomamente la política monetaria lleva a que en vez de que el Estado y los gobiernos orienten las políticas fiscales y monetarias, se sometan a los dictados del banco.
Más que una independencia con el gobierno, las reformas de los bancos centrales invirtieron la direccionalidad de la interacción el banco central y la Hacienda. De ahora en adelante, la Hacienda se adapta a las decisiones tomadas por el banco central (Baronian y Pierre Manigat 2012).
- “Varias veces en la historia, aunque nunca con tanto vigor como en las últimas décadas, el dinero se ha salido del control de las sociedades que lo han creado amenazando incluso a la soberanía de los Estados y a la democracia moderna. La digitalización que acompañó al desarrollo de la economía financiera ha permitido un nivel de acumulación que pone en riesgo los lazos sociales y genera una enorme inequidad. Hoy la relación entre el monto de dinero existente y mercancías pasibles de ser compradas se encuentra en su momento de mayor dislocación. El carácter infinito del dinero virtual se da de bruces contra un mundo finito, del mismo modo que los precios que surgen de la pura especulación ponen en serio peligro la vida de millones de personas. El dinero solo tiene sentido si circula entre los miembros de la sociedad, no si es producido para ser acumulado.” Hernán Gabriel Borisonik
Bibliografía:
Cárdenas Pinzón Johanna Inés economista, estudiante de la Maestría en Economía de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Tunja, Colombia. Correoelectrónico: [email protected]
Libardo Sarmiento Anzola. Filósofo y magíster en Teoría Económica de la Universidad Nacional de Colombia, Economista de la Universidad La Gran Colombia.
Hernán Gabriel Borisonik Es politólogo y doctor en Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, donde dicta clases de teoría política en grado y posgrado. … Política, economía y sacralidad en Aristóteles (2013) y ha editado y coeditado diferentes volúmenes.
Aristóteles sobre el dinero, precio y valor de los productos
Carlos Marx sobre dinero, precio y valor de las mercancías.
Salomón Kalmanovitz Krauter (Barranquilla, 12 de Noviembre de 1943) es un economista colombiano, profesor de la Universidad Nacional, integrante de la Junta Directiva del Banco de la República, secretario permanente de la Asociación Colombiana de Historia Económica y miembro de la Academia de Ciencias Económicas, entre otros honores.
Guillermo A. Cardona Moreno, Observatorio Nacional Comunal. Movimiento Nacional Comunal Alternativo
Foto tomada de: humanaradio.com.co/
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