Pertinentes preguntas para el abordaje de un análisis sobre la invasión rusa a Ucrania, las hace el académico Mauricio Trujillo en su ágora del domingo https://agoradeldomingo.com/la-desinformacion-sobre-ucrania/ y eso me llevó a repensar lo que inunda los medios de comunicación, sólo que desde la perspectiva de los nuevos imaginarios de una sociedad que se liberará de la dependencia de las energías fósiles.
Meses atrás los EE.UU. le advertían a la UE que no certificaran el gasoducto Nord Stream 2 que alimentaría las necesidades de calefacción de los alemanes porque quedaría sometida a Rusia, también era evidente que se le caería el mercado de gas líquido que EE.UU. vende a Europa central.
Esta invasión a Ucrania tiene varios componentes que deberían verse en sus múltiples iteraciones, a saber:
a. Ofensiva de mercados energéticos ante su inminente decadencia pactada en los acuerdos mayoritarios de COP26[1] que fijó metas de descarbonización a 2030[2] y el riesgo financiero de una inversión de más de $10.300.000.000 euros.
b. Las realidades geopolíticas de la UE desde la caída del muro de la ignominia y la desintegración de la Unión Soviética y las guerras de Yugoslavia, Kosovo, y el emerger de una Europa que se fortalece con nuevos integrantes a la unión de antiguas repúblicas del pacto de Varsovia que integraba el llamado Este en la guerra fría.
c. El fortalecimiento de Rusia en lo económico y militar gracias a su potencial petrolero y gasífero, así como el fortalecimiento de sus fuerzas militares y capacidad bélica. La perpetuación en el poder del ex agente de la KGB y luego director del Servicio Federal de Seguridad, quién declara la guerra a Chechenia en agosto de 1999; la instauración de un partido ultranacionalista (extrema derecha fascista) que lo convirtió en presidente que manipuló la constitución para hacerse elegir reiteradamente. Es el emperador o Zar del nuevo imperio ruso
d. La salida de tropas norteamericanas de territorio europeo y las presiones del entonces presidente Trump a la OTAN para que Europa asumiera mayor cuota de financiación de las tropas y la estrategia militar y atómica del pacto que heredó el fin de la guerra fría.
e. El emerger de un mundo multipolar del cual China se hace al liderazgo tecnológico, científico, económico y comercial ante el cual la UE queda en sándwich con EE.UU. en particular con la tecnología 5G y superconductores y patentes.
f. Petición de Ucrania de ser parte de la UE (acto de soberanía e independencia, no necesariamente de ponderado análisis de importancia estratégica y geopolítica) lo cual abriría paso a su incorporación a la OTAN y el eventual cambio de posiciones ofensivas nucleares frente a la Rusia.
g. En directa relación con el anterior y como causal de ello las enormes movilizaciones sociales en contra del gobernante pro ruso de Ucrania Víktor Fiódorovich Yanukóvich, (ex militante del partido comunista de la unión soviética y camarada de Putin) quien luego se convierte al neoliberalismo y en 2012 suscribió el acta del estatuto de asociación de su país con la Unión europea, y que luego incumple haciendo acercamientos serviles a Rusia. Los 93 días de la revuelta de Euromaidán dejan inestabilidad política y una deuda de US$3.075 millones que Rusia giró a cambio de eurobonos emitidos por Ucrania.
h. La anexión, por parte de Rusia, de la península de Crimea (república de Crimea y Sebastopol autónoma) que condujo a que las Naciones Unidas emitieran la resolución 68/262 de la Asamblea General (llamada Integridad territorial de Ucrania) que dará inicio a las tensiones globales frente a Rusia y prende alarmas de inminente expansionismo por la reconfiguración del viejo imperio de Nicolás.
i. El acuerdo de asociación chino-ruso que fortalece la ruta de la seda y consolida a China como potencia y líder mundial, pone en tercer plano el rol de Rusia que desde 1945 tenía el coprotagonismo en la geopolítica.
El colofón de todo esto es una absurda dotación de armamento estratégico nuclear heredado de la guerra fría y que se usaría sin responsabilidad por un ebrio de poder y añoranza del viejo imperio zarista y la clara tendencia a potenciar las revoluciones científico tecnológicas en las entrañas de la industria armamentista.
No estamos ante una guerra este – oeste, o capitalismo vs. Socialismo, NO. Es una guerra de mercados energéticos, de dominio de tecnologías, de capitalismos diferentes y de estados democráticos frente a totalitarios.
El futuro debe verse en la nueva lógica de la lucha contra el cambio climático, la revolución científico-tecnológica verde, nuevas energías y consumos responsables, Europa tiene varias naciones líder en esa dirección, Estados Unidos aún vacila y puede más su cultura hegemonista que su compromiso por la restauración del equilibrio climático y la equidad.
Es obligatorio que los políticos colombianos asuman posturas con claro rechazo a la invasión rusa y solidaridad con Ucrania, pero sobre todo en cumplimiento del mandato de la constitución política de Colombia que define como prioridad la integración latinoamericana y del caribe, la defensa de la soberanía nacional y la no injerencia en asuntos internos de otras naciones.
La opción de desviar recursos al armamentismo, por parte de Europa y Estados Unidos es claramente en contrasentido del acuerdo 1 de COP26, es desfinanciar la lucha contra la inequidad, es no destinar el 0,7% del PIB para sacar de la pobreza a las naciones de menor grado de desarrollo comparado, es un golpe a la equidad y el retorno a las lógicas de la guerra para asegurar el poder de déspotas populistas de extrema derecha.
Respondo a mi colega Mauricio Trujillo que la soberanía de una nación no amenaza la seguridad de ninguna otra, debe entenderse en la coexistencia pacífica y el respeto a las diferencias, no a las posturas de fuerza destructiva, menos a desconocer las historias comunes.
En el siglo XXI de flujos de migrantes, de súper conectividad, de flujos de bienes, capitales, conocimiento y tecnologías, las fronteras tienden a disolverse y se fortalece la humanidad, la solidaridad y fraternidad.
La única defensa de la soberanía es la extinción de la pobreza, la ignorancia, la inequidad y exclusión de sus pueblos, el nuevo tejido social es plurinacional, multicultural, integracionista, respetuoso de la diferencia y fuente de la democracia participativa, no de los autoritarismos.
Es urgente cambiar los organismos multilaterales hijos de la segunda postguerra, creemos unos de cooperación, solidaridad, sostenibilidad, humanidad ecológica y respeto.
______________
[1] Ampliar en https://unfccc.int/es/node/307746
[2] Ver las 5 metas COP26 en https://www.bbc.com/mundo/noticias-59273614
César Augusto Torres López
Foto tomada de: The San Diego Union – Tribune
jovito acevedo says
hay una combinación de algunas verdades con un sartal de información lineal al estilo de occidente, es increible que los análisis sobre el particular se hagan sin nombrar la otra parte que no es ninguna monjita comulgando, no vale vale la pena leer estos artículos en una revista seria como esta pues es mejor escuchar a caracol y rcn.